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Foto del escritorVíctor Herrera M.

Viendo el ojo ajeno



Una gran polémica suscitó por estos días el anuncio de la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, de intentar crear un “Comando especial” para identificar a los migrantes que cometen delitos – especialmente venezolanos – con el fin de capturarlos y llevarlos a la justicia y combatir la inseguridad que azota a la capital. Las cifras dicen que en Bogotá el 15% de los capturados por delitos comunes es de origen venezolano pero que solo el 6% ha sido objeto de medida intramural.


De acuerdo con la plataforma “Barómetro de Xenofobia” el anuncio de la alcaldesa aumentó la cantidad de mensajes de xenofobia en redes sociales 171% respecto al promedio de los últimos 7 días, con las palabras “delincuentes” “matan” y “roban” como las más repetidas.



Por alguna rara coincidencia este anuncio de la mandataria se conoció el mismo día que Caracol TV reveló en primicia el resumen de las 15 horas de grabación a los colombianos que conformaron otro “Comando especial”, pero esta vez para asesinar al presidente de Haití, en las cuales confiesan la manera cruel y despiadada como cometieron este magnicidio.


Es curioso también cuando acaba de levantarse la restricción en el ingreso de los colombianos a España por ser los responsables del 70% de las pruebas falsas de covid-19 presentadas para ingresar a ese país y por ser culpables no solo de falsificar la prueba sino de presentarla para poder permanecer allá, aún a sabiendas de estar contagiados y de ser conscientes del daño que se puede ocasionar.


Y qué decir de la fama de los colombianos en el mundo – dimensionado por numerosas y exitosas series de Tv y películas de cine – que nos lleva a ser objeto de “raqueteo intensivo” en muchos aeropuertos del mundo debido a que, desde hace años, somos los mayores productores de Cocaína en todo el globo terráqueo y, por ende, los principales surtidores del alcaloide por mar, tierra y aire.


En relación con esto, según el reciente informe de la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de los Estados Unidos (ONDCP por sus siglas en inglés) los cultivos de hoja de Coca en Colombia llegaron en 2020 a los niveles más altos registrados en la última década al alcanzar las 245.000 hectáreas sembradas y las más de 1.000 toneladas de Cocaína producidas. ¡¡Y eso que estábamos en cuarentena por la pandemia…!!


Es irónico que nosotros, que hemos sido estigmatizados en todo el universo, ahora aparecemos discriminando y estigmatizando a los venezolanos (buenos y malos) en el afán de corregir nuestro gran problema de impunidad.


Lo paradójico es que los que están perfectamente identificados en nuestro país como responsables de actos de corrupción o delitos de cuello blanco – que roban del erario grandes cantidades de dinero en perjuicio de los más desposeídos – están en la misma o mayor impunidad o, en el mejor de los casos, gozan de tratamientos especiales por parte de las autoridades. Bastantes botones tenemos por estos días para la muestra. Entonces, el meollo del asunto de la impunidad no parece estar en identificar a los responsables.



Lo cierto es que con Venezuela existe una espacie de fijación que nace del propio presidente Iván Duque quien parece no darse cuenta de lo que está ocurriendo hace rato en nuestro país y que, en numerosos aspectos, es mucho más grave de lo que ocurre en el vecino.


Hace mucho tiempo Jesucristo expresó: “…!!Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano…” (Mateo 7:5)


@vherreram

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