La reciente victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos ha dejado una marca indeleble en los mercados financieros, que han respondido con una serie de movimientos significativos. Desde los futuros del S&P hasta el dólar, pasando por el bitcóin, los activos financieros están experimentando un auge que refleja las expectativas de los inversionistas ante la posibilidad de una segunda administración Trump.
El S&P 500 ha registrado un aumento del 2,3% en sus futuros, y el dólar ha alcanzado su mayor subida frente a las principales divisas desde 2020. Por su parte, los bonos del Tesoro han caído, lo que ha elevado las tasas de interés de referencia en casi 20 puntos básicos, mientras que el bitcóin se ha disparado hasta un nivel récord. Estos movimientos son una clara señal de que los inversionistas prevén que las políticas económicas de Trump, caracterizadas por recortes de impuestos, desregulación y aranceles, continuarán impulsando el crecimiento económico, las ganancias empresariales y la inflación, tal como ocurrió durante su primer mandato.
Según señala Bloomberg, para los inversionistas que han apostado por el "Trump Trade" una estrategia centrada en los activos que se benefician de sus políticas y especialmente para aquellos que mantuvieron su posición durante los días previos a la votación, este repunte representa un momento de validación. Sin embargo, a pesar de las señales positivas que envían los mercados, también hay advertencias implícitas en los movimientos financieros.
Uno de los aspectos más destacados es el repunte de los rendimientos de los bonos del Tesoro, que refleja la creciente preocupación de que las políticas de Trump puedan exacerbar el déficit presupuestario de Estados Unidos y avivar la inflación, un fenómeno que la Reserva Federal (Fed) había comenzado a controlar tras la crisis de la pandemia. El rendimiento de los bonos a 30 años subió 23 puntos básicos, alcanzando un 4,67%, su mayor aumento diario desde 2020. Este ascenso en los rendimientos indica que los inversionistas temen que un nuevo mandato de Trump pueda reavivar una espiral inflacionaria que complicaría aún más el panorama económico global.
Por otro lado, algunas empresas, como Tesla, están viendo un impulso en sus acciones, ya que los inversionistas esperan que el fabricante de automóviles, bajo el liderazgo de Elon Musk –un conocido partidario de Trump–, se beneficie directamente de una victoria del candidato republicano. De hecho, la propia empresa de medios de Trump ha experimentado un aumento de hasta un 62% en su valor, lo que demuestra cómo la política y las empresas se entrelazan en este "Trump Trade".
En el mercado de divisas, el dólar ha tocado su nivel más alto en un año antes de moderar su avance. A pesar de que Trump ha defendido tradicionalmente un tipo de cambio más débil para favorecer las exportaciones, los inversionistas consideran que sus políticas podrían avivar la inflación y ralentizar los recortes de tasas de interés de la Fed, lo que resultaría en un fortalecimiento de la moneda estadounidense. Además, los aranceles anunciados por el exmandatario podrían perjudicar más a las economías extranjeras que a la estadounidense, lo que también juega a favor de un dólar más fuerte. COLPRENSA
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