Por: Hugo Machin F.
La exlegisladora y dirigenta del partido Vente Venezuela, María Corina Machado (56), arrasó en las elecciones internas venezolanas —93 por ciento de 2.307.635 votos escrutados— realizadas el 22 de octubre en las que la oposición al gobierno chavista encabezado por Nicolás Maduro la eligió candidata única para las elecciones generales del 2024. Las encuestas previas le habían asignado entre un 20 y 28 por ciento de la preferencia ciudadana opositora.
¿Cómo fue posible esta elección cuando Venezuela vive desde hace años bajo un régimen dictatorial, que ha causado la muerte de opositores tanto en las calles, como en sus cárceles; que mantiene más de 273 presos políticos; con exiliados políticos y una emigración forzosa de siete millones de venezolanos; más de 1.400 candidatos opositores inhabilitados; inexistencia de un Poder Judicial y autoridades electorales independientes; con la Corte Penal Internacional (CPI) investigando las responsabilidades de Maduro en delitos de lesa humanidad, y con precio puesto por EEUU a la cabeza de distintos integrantes del elenco gubernamental chavista?
Fue clave la presión de la administración Biden en su exigencia a Maduro para que habilitara un calendario electoral que contemplara elecciones internas en la oposición y elecciones generales en el 2024, a cambio de aflojar en parte —hasta noviembre— las sanciones que pesan sobre el régimen de Miraflores. Tal calendario acordado el 17 de octubre en Barbados, debía acompañarse con el respeto a los derechos humanos, liberación de presos políticos y habilitación de todos los dirigentes opositores a quienes el chavismo de manera arbitraria ha inhabilitado.
María Corina Machado, quien en 2010 había sido la legisladora más votada del país caribeño [235.259 votos), una persistente opositora del chavismo, con enfrentamientos a Hugo Chávez; que nunca abandonó Venezuela y durante años ha sido y es permanentemente hostigada y amenazada por el régimen, es percibida por sectores de la ciudadanía venezolana como la eventual triunfadora en los comicios del año entrante.
De acuerdo a la encuestadora venezolana Dataviva, en agosto 2023 el oficialismo gobernante del país caribeño desde hace 24 años, es la principal identidad política en Venezuela sumando un total de 41 % de la población. Dataviva no publicó ningún dato técnico de ese estudio. Sin embargo, Miguel Ángel Contreras Natera, sociólogo asociado al chavismo, dijo que una de las encuestas de Dataviva tenía como muestra a «bases de misiones». Las Bases de Misiones son las estructuras organizativas que pretenden generar mayor acceso los beneficios del Estado a cambio de un mayor control político, sumisión y adoctrinamiento partidista, es decir, población chavista.
Sin embargo, en agosto de 2019, otra encuesta de Datanálisis indicaba que el 82,2% de los encuestados quería que Maduro abandonara el poder antes de que terminara ese año. Para 2021, una encuesta de la empresa francesa IPSOS sobre percepción de gestión gubernamental, arrojó que el presidente de Venezuela obtuvo sólo un 6% de aprobación de su imagen, por lo que Maduro ostentaba el primer lugar de rechazo en América Latina.
La posibilidad de una derrota chavista es lo que determina la incertidumbre sobre lo que vendrá.
El régimen insiste en la inhabilitación de Machado. En especial el número dos el chavismo y vicepresidente del Partido Socialista venezolano, Diosdado Cabello quien afirmó el lunes 23/10: «No hay ni una sola posibilidad que una persona que está inhabilitada pueda ser habilitada para participar en las elecciones presidenciales».
Cabello está acusado por EEUU de dirigir el Cartel de los Soles, organización criminal integrada por militares venezolanos. Existe contra él una orden de captura emitida por la DEA, así como ofrecida una recompensa de USD 10 millones por información que le lleve ante la justicia.
«Felicitamos al pueblo venezolano por la exitosa celebración de las elecciones primarias del 22 de octubre. Los venezolanos se unieron dentro y fuera del país para ejercer sus derechos en busca de un futuro democrático para su país», dijo a EFE un portavoz del Departamento de Estado sobre la victoria de Machado.
Estados Unidos transmitió a Maduro su «expectativa de que Venezuela tome nuevas medidas antes de finales de noviembre». El vocero citado agregó que la reciente liberación de seis «presos políticos» fue «un primer paso importante» y que Estados Unidos «espera ver nuevos pasos para garantizar que las elecciones presidenciales de 2024 sean libres, justas y competitivas». Por su parte China, el martes 24, celebró el diálogo entre gobierno y oposición y pidió a EEUU que levante las sanciones.
Los expresidentes latinoamericanos, agrupados en la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA), saludaron el triunfo de Machado: «Estaremos observantes de que se cumplan las exigencias prometidas de celebrar elecciones presidenciales en 2024, en las que participe María Corina Machado y que respondan a las inderogables prescripciones de la Carta Democrática Interamericana, a saber, que sean «libres, justas y basadas en el sufragio universal y secreto como expresión de la soberanía del pueblo», sostienen los ex jefes de Estado firmantes:
María Corina Machado, consagrada candidata de la Plataforma Unitaria para las eventuales elecciones generales del 2024, se refirió a su inhabilitación decretada por Maduro: «El régimen intentó imponer quién sería el candidato para 2024 y no pudieron. Ahora quieren elegir quiénes son sus interlocutores. Lo que ocurrió el domingo lejos de debilitar el proceso de negociación, lo potencia. He tenido contacto con varios gobiernos del mundo. Con parlamentarios», dijo en la rueda de prensa desarrollada el martes 24.
Afirmó que la población no está representada en la actual mesa de negociación instalada con el régimen chavista, en la que participan delegados de partidos como Acción Democrática, Primero Justicia, Copei (que pertenece a la Plataforma Unitaria), Voluntad Popular y representantes de la sociedad civil.
«Hay que hacer un proceso de acercamiento de todos los actores del país. Estoy hablando desde luego de gobiernos que han sido cercanos de la lucha democrática, pero también de gobiernos que han estado cerca del régimen de Nicolás Maduro pero que hoy entienden que es conveniente una transición ordenada en Venezuela», explicó, la política triunfante quien también se reunió con diplomáticos de 12 países (Alemania, España, Francia, Italia, Japón, Países Bajos, Panamá, Perú, Portugal, Reino Unido, República Dominicana y Suiza, además de la delegación de la Unión Europea).
Machado, quien también se impuso a maquinarias tradicionales del sistema político venezolano como la de Acción Democrática (ADECO) pese a carecer de una estructura nacional, pues Vente Venezuela data de 2012, invitó a todos los partidos a unirse a su proyecto de gobierno: «No solo a quienes participaron en las primarias. Ya he recibido a gente que no participó en las primarias que nos han dicho que quieren ser parte del movimiento. Todos remando en la misma dirección».
Los votantes de María Corina Machado no son de derecha ni de izquierda en opinión del politólogo Nicmer Evans, hasta 2013 integrante del Partido Socialista unificado de Venezuela (chavismo), sino que son «pragmáticos», y expresan «el descontento» con la situación actual de Venezuela.
«Nadie sabe nada, nadie determina cuáles son los pasos y la hoja de ruta políticaque tiene el país. Nadie sabe qué día del año que viene van a ser las elecciones» declaró a El Tiempo, de Bogotá, el politólogo venezolano Ángel Medina.
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