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Salvatore Mancuso habla sobre cómo fue su relación con Álvaro Uribe



Salvatore Mancuso, quien lideró las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc) tras el asesinato de Carlos Castaño, afirmó que Uribe estaba al tanto de la masacre de El Aro, ocurrida el 22 de octubre de 1997, en la cual paramilitares del Bloque Mineros de las Auc asesinaron a más de 17 campesinos.


Mancuso explicó que durante la época de la masacre, las fuerzas militares estaban acorraladas por la guerrilla, que se había fortalecido con recursos del narcotráfico y contaba con un impresionante arsenal y capacidad de movilización.



Según Mancuso, en el contexto de los secuestros masivos conocidos como “pescas milagrosas”, Pedro Juan Moreno, entonces secretario de Gobierno de Antioquia, se reunió con Carlos Castaño y Mancuso para solicitar apoyo a las fuerzas militares en una operación para rescatar a los secuestrados y expulsar a la guerrilla de la zona.


“La operación se dio un tiempo después y, efectivamente, fue una barbaridad (...) realmente se configura en esa acción un crimen de Estado”, reconoció Mancuso. Añadió que durante la operación, siguieron una lista proporcionada por el Ejército Nacional que identificaba a supuestos guerrilleros, colaboradores y financieros de la guerrilla, y asesinaron a esas personas en la región.


Mancuso también señaló que el helicóptero de la Gobernación de Antioquia sobrevoló y aterrizó en varias ocasiones en los campamentos de las Autodefensas en Urabá, transportando a comisiones humanitarias y a Pedro Juan Moreno.

Reuniones con Álvaro Uribe


A pesar de las afirmaciones de Mancuso en una entrevista con W Radio, el expresidente Álvaro Uribe ha negado enérgicamente cualquier implicación, llamando a Mancuso “bandido” y acusándolo de cambiar su versión sobre El Aro para obtener beneficios ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).


Mancuso insistió en que se reunió en varias ocasiones con Uribe, mencionando encuentros en carreras de caballos en Montería, donde ambos coincidieron públicamente.



Mancuso subrayó que estos temas no deben politizarse ya que pueden influir en las decisiones judiciales. Aseguró que su intención no es encarcelar a Uribe, sino invitarlo a ser un socio en la construcción de la paz, argumentando que nadie gana con el encarcelamiento y que Uribe podría aportar significativamente al país mediante una sanción restaurativa, similar a la de José Félix Lafaurie, quien actualmente trabaja como gestor de paz.


El papel de Mancuso en la paz


El regreso de Mancuso a Colombia y sus declaraciones han polarizado a la opinión pública y a las organizaciones de víctimas. Mientras algunos abogan por que continúe revelando la verdad y colaborando con la justicia transicional, otros critican la falta de pruebas concretas y la naturaleza de sus acusaciones.


La Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Bogotá recientemente revocó 57 medidas de aseguramiento contra Mancuso, solicitando su libertad. Esta decisión ha sido bien recibida por algunas organizaciones de víctimas, que ven en Mancuso una fuente de verdad sobre los crímenes cometidos durante el conflicto.


El abogado de Mancuso, Nelson Menjura, indicó que solo resta un trámite administrativo para la liberación de su cliente, quien ya cuenta con un esquema de seguridad y planea radicarse en Medellín.



El gobierno del presidente Gustavo Petro también está evaluando la posibilidad de que Mancuso se convierta en gestor de paz, un rol que podría facilitar el proceso de reconciliación y construcción de paz en Colombia. Mancuso ha reiterado su compromiso con la paz y ha instado a los actores del conflicto a dejar de lado los intereses políticos y económicos derivados de la violencia.


En un país marcado por décadas de conflicto, las declaraciones de Mancuso subrayan la necesidad de abordar el pasado con transparencia y justicia, buscando mecanismos que permitan una reconciliación genuina y sostenible. AGENCIAS

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