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¿Qué son y cómo se forman los huracanes?



Los huracanes son fenómenos meteorológicos intensos que se forman sobre los océanos tropicales y que pueden causar destrucción masiva en las zonas que tocan tierra.


Se conocen también como ciclones tropicales o tifones, dependiendo de la región donde se originan, pero en el Atlántico y el Caribe son comúnmente llamados huracanes.


Si bien el término científico es ciclón tropical, lo cierto es que, recibe una denominación diferente según el lugar donde se produce, especifica el Centro Nacional de Huracanes (NHC, según sus siglas en inglés) dependiente de los Centros Nacionales de Predicción Ambiental (NCEP, según sus siglas en inglés) de Estados Unidos.



¿Cómo se forman los huracanes?


Los huracanes se forman a partir de una combinación de factores en las regiones tropicales del océano, donde la temperatura del agua es cálida y las condiciones atmosféricas son favorables. El proceso de formación incluye varios pasos:


Aguas cálidas: Los huracanes necesitan aguas cálidas (al menos 26.5 °C o más) para formarse. Esta temperatura cálida del océano proporciona la energía necesaria para alimentar el huracán.


Evaporación y condensación: El calor del océano hace que grandes cantidades de agua se evaporen. El aire cálido y húmedo asciende rápidamente, y cuando llega a altitudes más frías, el vapor de agua se condensa formando nubes y liberando calor. Este proceso de condensación libera más energía, lo que impulsa el sistema meteorológico.


Rotación: Debido al efecto Coriolis (causado por la rotación de la Tierra), el aire en ascenso comienza a girar, formando un sistema ciclónico con un área de baja presión en el centro. Esta rotación es crucial para la formación del huracán.


Centro o “ojo” del huracán: A medida que el huracán se fortalece, desarrolla un área de baja presión en el centro, conocida como el “ojo”. El ojo del huracán es un área de calma rodeada por paredes de nubes densas, llamadas la pared del ojo, donde se encuentran los vientos más fuertes y destructivos.


Crecimiento y fortalecimiento: Si las condiciones permanecen favorables, el huracán continúa absorbiendo energía del océano y puede intensificarse, aumentando sus vientos y precipitaciones. Los huracanes se debilitan cuando tocan tierra porque pierden su fuente de energía, el calor del océano.



¿Por qué se forman los huracanes en Estados Unidos, México y el Caribe?


La formación de huracanes en estas regiones está relacionada con su ubicación geográfica y condiciones climáticas:


Temperaturas cálidas del océano: Las aguas del Atlántico tropical, el Golfo de México y el Mar Caribe se calientan considerablemente durante los meses de verano y principios de otoño, proporcionando las condiciones ideales para la formación de huracanes.


Zonas de baja presión: Estas regiones son propensas a desarrollar áreas de baja presión durante la temporada de huracanes, que ocurre generalmente entre junio y noviembre. Estas áreas de baja presión sirven como el “semillero” para que los huracanes se desarrollen.


Corrientes de vientos y el efecto Coriolis: Los vientos que se desplazan hacia el oeste desde el Atlántico tropical llevan sistemas de tormentas hacia el Caribe, México y la costa este de los Estados Unidos. El efecto Coriolis, causado por la rotación de la Tierra, ayuda a que estos sistemas de tormentas giren y se conviertan en huracanes.


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Patrones meteorológicos: Factores como la Oscilación del Atlántico y El Niño o La Niña influyen en la cantidad y la intensidad de los huracanes. Por ejemplo, La Niña tiende a generar condiciones favorables para una mayor actividad de huracanes en el Atlántico, mientras que El Niño puede disminuir la cantidad de tormentas debido a la presencia de vientos cortantes en la atmósfera.

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