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¿Qué está pasando en Barranquilla con el espacio público?

Foto del escritor: Acta DiurnaActa Diurna

Por: Jorge Vergara Carbó



Alcalde, algo está pasando en la ciudad en el manejo del especio público, no solo es en el centro y mercado de nuestra urbe, también se da, este hecho en otros sitios, tal como hemos recibido denuncias de ciudadanos en el barrio el Rubi, Alameda dl Río, el suroriente donde se ocupan y destruyen las zonas verdes y la arborización sin que autoridad alguna actué. En un “X” registramos lo del mercado del Gran Bazar y lo del Rubi.


Preocupa, lo que pasa alrededor del “Gran Bazar”, soy usuario de ese mercado, como lo he sido desde niño, conocedor del centro y mercados de la ciudad, especialmente el mercado de granos, cuya remodelación, es la más larga del mundo, lleva años y esa construcción que es una joya arquitectónica sigue sin funcionar, generando todo un caos en ese sector, donde tiene sede, la empresa Cervecería Águila, hoy Sab Miller, que tampoco hace nada, por embellecer su entorno, pero que con sus camiones de carga, entorpece el tráfico vehicular en la zona, porque en el Distrito de Barranquilla no existe una política pública, de cargue y descargue , lo que le permite a las empresa cervecera, de gaseosas , de cemento, de materiales de construcción, de alimentos entregar y recoger su producto, a cualquier hora del día, con las consecuencias que ello genera, en la movilidad de la ciudad. No es gratuito, el primer lugar que ocupamos en movilidad en el país, y en el mundo, ese lugar es producto de la falta de una política pública y de autoridad, por parte de quién ejerce el cargo de alcalde y sus subalternos.



Lo anterior, no es para extrañarnos, cuando usted, con su director de tránsito o de Movilidad, en las calles y carreras de más amplitud en la ciudad, imponen, si imponen, una velocidad para los vehículos de 30 kilómetros por hora (calle 98, calle 84, calle 94, carrera 53, entre otras), al igual que el gobierno nacional en una llamada “autopista” impone como máxima velocidad 80 kilómetros, y en algunos espacios, 30 kilómetros. Imponen, porque a los ciudadanos no le explican los argumentos técnicos, que los obligaron a tomar esa decisión. Al ciudadano no se le consulta, se le impone.


Lo que sucede en el “Gran Bazar” es preocupante. El ex alcalde Jaime Pumarejo, con recursos del gobierno nacional, crédito externo y fondos del Distrito, contrato y ejecuto esa obra, la cual le correspondió a usted, como alcalde inaugurarla, incluso desconociendo la labor desarrollada por Jaime Pumarejo, al igual que ha desconocido, las obras que desarrollo en la Ciénaga de Mallorquín, Puerto Mocho y el Malecón, como las que se están terminando en la Loma.


Resulta alcalde, que las vías de acceso al “Gran Bazar” hoy están invadidas, de vendedores ambulantes, ha trascurrido un año de su mandato, y el mercado del plátano, sigue en los terrenos del Gran Bazar, como tampoco hay espacio para el mercado del guineo, que sigue ocupando el espacio público. Y el mercado del pescado, sigue sin la higiene requerida y sin condiciones especiales para la venta y compra de ese producto, que tiene una alta demanda.


Al comienzo de su administración, se pavimento la carrera 41B, y parte de la calle 9, y se desalojaron. Hoy esa carrera, como las calles 7,8 y 9, están invadidas de vendedores estacionarios de plátano y guineo, como de otros productos. A lo anterior súmele, el caos que generan los llamados bicitaxis, que transitan en todo sentido, al igual que las carretillas. Esperamos que los carros de mula, no vuelvan a circular en el mercado


Pero la tapa, del Gran Bazar, y es lo simpático, que no está copado, tiene más de un 50%, vació (capacidad para 750). Y parte de su espacio público, el espacio que divide a las dos zonas de dicho mercado, donde hay un jardín, que esperamos lo conserven y los árboles sembrados puedan crecer, hoy ese espacio está ocupado por vendedores estacionarios, que colocaron sus carretillas, con sus productos, yuca, plátano, verduras, frutas y otros, y no están en los locales que se construyeron.


El problema, alcalde, es que a las personas que le adjudicaron el espacio en un alto porcentaje no son comerciantes, lo que hacen es arrendar ese espacio. Ese ha sido, históricamente uno de los grandes problemas en los distintos mercados de la ciudad, que se origina, por la politiquería. A ese mercado y en todos los mercados, los espacios deben adjudicarse a quién lo trabaja. Igual situación se presenta, en el llamado mercado de las Empresas Públicas de la calle 30, se remodelo y está completamente vacío, pero vaya usted a solicitar un espacio, no lo hay, tiene que arreglar con el dueño. No dudamos, que lo mismo se presentará, en los llamados.” Mercado de la Magola”, “Mercado de Grano”, y en lo que construyen en La Loma, que aún, no sabemos que tipo de actividad se desarrollara en esa área.


¿Por qué los adjudicatarios de esos espacios no lo utilizan?


De acuerdo, a varios usuarios actuales, el problema principal del Gran Bazar, es la falta de compradores, la afluencia de público, es muy baja, es la realidad, lo he podido palpar, un sábado, o un viernes, o un domingo. ¿Porque no va la gente?, una de las razones es no hay transporte, quién compra debe caminar hasta la calle 30.


Cuenta con un parqueadero, que, si bien no es muy amplio, los ciudadanos con carro no se atreven a ir, por problemas de seguridad y de movilidad. Esta última se vuelve peligrosa, por estar invadidas las calles y carreras que rodean, ese mercado. Es una agonía, ir con el carro a mercar en esa zona. Lo que se va ahorrar, lo pierde con un rayón del carro, o por atropellar a un vendedor estacionario, o aun transeúnte.


La pregunta, es porque no previeron, todos estos hechos antes, ya había antecedentes con algunos vendedores estacionarios del centro de la ciudad, que los ubicaron en unos lugares con mayores comodidades, pero por donde no hay buena circulación de compradores, al no vender prefieren volver a la calle.


Toda esa experiencia, se ha desperdiciado, nombrando en el cargo a personas, con recomendación política, no solo en los 18 años, de la administración Char, sino también en las administraciones de Caiffa y Honesibergh.


Alcalde, lo mismo se va a presentar con la construcción de La Loma, que no sabemos quiénes van a ocupar ese espacio. No existe transporte, es una zona insegura rodeada de dos tugurios, con problemas de seguridad y muy distante, de los otros mercados.


Barranquilla, sigue cometiendo errores, en su planeación urbana y más, en lo relacionado con los mercados, decidimos acabar con los mercados del barrio Boston y de Chiquinquirá.Hoy tenemos, los mercados satélites, sin publicidad por parte de la administración, que ha dado buenos resultados, especialmente en el norte de la ciudad.

También fracaso, la Central de Abastos, que se montó pensando con el deseo de sacar a los mayoristas del mervcado y de la calle 30, pero no se logró, porque unos pocos se adueñaron de la Central, imponiendo una serie de condiciones inaceptables para muchos comerciantes mayoristas y como complemento, no existía transporte público y las vías totalmente deterioradas. Si quienes decidieron trasladarse a la Central de Abastos, no hubieran sido precavidos manteniendo su negocio, se hubieran quebrado.


Alcalde, toda ciudad, que se respete, tiene un mercado como referencia, es parte de su historia, sus precios, siempre serán más económicos que en las grandes superficies de comercio. Tienen mercados en condiciones higiénicas y de logística de primera, en distintos sectores de la ciudad, en algunos países son sitios obligados de visita de los turistas, donde van a disfrutar de sus manjares culinarios y a comprar productos frescos. En esos mercados, esta parte de la vida de cada una de las ciudades que lo tienen.



Usted, tiene tres años, de administración por delante, tiempo suficiente para repensar lo que se puede hacer, en una de las zonas más importantes de la ciudad, como lo es Barranquillita, La Loma, el Boliche, San Roque, Paseo Bolívar, Calle 30. La Misión japonesa, hizo varias recomendaciones sobre esas áreas. Había un proyecto interesante de desarrollo urbano en La Loma, con recursos del sector privado. ¿Qué ha pasado con ese sueño del Puerto Madero de Buenos Aires, en Barranquilla? Los propietarios de los lotes de Barranquillita, como los comerciantes, siempre han estado dispuestos a invertir en el desarrollo urbano de ese sector, igual lo han manifestado los señores de Sab Miller. Que espera, para revivirlo.


Barranquilla a “Otro Nivel” será, cuando se logré esa transformación urbana. No todo es malecón, la ciudad necesita un desarrollo urbano de acuerdo a su potencial y vías de comunicación

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