En la última alocución del 2024, desde una tienda del icónico barrio Pescaíto en Santa Marta, el presidente Gustavo Petro cerró su mensaje de más de 24 minutos con un propósito de Año Nuevo: “Lo que deseo para el año próximo es que estos datos y este buen caminar que comienza en Colombia nos una como colombianos. Que lleguemos a consensos, a acuerdos, para que en Colombia las ideas en favor del pueblo sean por fin lo que nos ponga de acuerdo”.
Pero dos días después, este 2 de enero, como suele suceder con algunos propósitos de inicio de año, el presidente incumplió lo que dijo. En la red social X, en donde tiene un tono distinto a la de otras plataformas y a algunas alocuciones, Petro publicó un duro mensaje contra su antecesor, el expresidente Iván Duque: “Populismo barato. Esta decisión irresponsable del gobierno de Duque, le quitó a Colombia 70 billones de pesos que pudieron ir a educar y a la salud del pueblo. Pero no, pusieron al pueblo a subsidiarle la gasolina a las camionetas doble puerta”, haciendo referencia al subsidio de una parte del precio de la gasolina durante el mandato anterior y que desmontó el actual Gobierno. Una medida impopular, pero responsable, según expertos.
El expresidente Duque le respondió, como lo ha hecho antes a otros señalamientos: “A los populistas les duele la verdad. Enfrentamos una pandemia, un huracán categoría 5 y una crisis migratoria detonada por la dictadura de Maduro” e hizo una lista de lo que él considera son algunos logros bajo su administración. Incluso, aprovechó y recordó su propuesta para las elecciones de 2026: una coalición llamada “alianza nacional republicana”, que incluya a sectores de derecha.
Este choque entre el presidente Petro y el expresidente Duque es apenas un ejemplo reciente de tantos en los que el mandatario decide la confrontación antes que “el consenso y la unión nacional” a la que él mismo hacía referencia en su alocución.
El escenario de estos ataques suelen ser la red social X y los adversarios son variados: congresistas, periodistas, banqueros, gremios, encuestadoras y hasta opinadores de esa plataforma. En el tono, que es un elemento clave en la comunicación política, el jefe de Estado es, incluso, irónico.
En las últimas horas se metió en otro debate relacionado con el modelo del sistema económico con Mateo Castaño, un ingeniero civil que lo criticó: “Nuestro ‘experto’ magíster de la Eafit se equivoca en materia de teoría económica. Un sistema económico no solo debe distribuir, y esto en Colombia es esencial por ser el país del mundo más desigual socialmente, causa de nuestros principales problemas como el narcotráfico, la violencia y el atraso económico; sino crecer”.
Ese intercambio sucede a diario sobre temas distintos que de un momento a otro pasan de su posición frente a la guerra en Oriente Medio, una película griega que recomienda o la insistencia en el espejo retrovisor a obras de sus antecesores.
No es usual en otros países que un jefe de Estado le conteste directamente a un ciudadano. Pero el presidente Petro ha roto con esa premisa con la intención de confrontar. Una estrategia, según le han asesorado funcionarios cercanos como Gustavo Bolívar, director del DPS, útil para defender su gestión y “combatir las narrativas” de cara a 2026.
“Se trata de una estrategia del presidente para mostrarse como aquella persona que se opone a un establecimiento que oprime a las personas seguidoras de su programa y que además no permiten los cambios que prometió en campaña como la justificación de la inacción del Gobierno. Desde luego con miras a las elecciones del 26”, le dijo a este diario Carlos Prieto, politólogo y profesor de la Universidad Javeriana.
Petro, que se precia de ser un avezado lector, seguro conoce “El arte de la guerra” de Sun-Tzu, un libro de referencia en estrategia política. Allí el autor dice que “todos debemos escoger muy bien nuestras batallas porque no las podemos librar todas”. Y que hay batallas que valen la pena, hay batallas que son inútiles y hay batallas en las que sabemos que es mejor no meternos: “Escoge tus batallas”. Hasta ahora el presidente Petro ha elegido darlas todas, contra todos y en todos los momentos del Gobierno.
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