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Petro… una difícil gobernabilidad

Por: Javier Hernández Ramírez



En medio de las dificultades del presidente Petro para sacar adelante programas y proyectos sociales y económicos; de las trabas de todo tipo para financiar la marcha del Estado y los palos en la rueda puestos por el Congreso y las Cortes, toma cuerpo la vieja idea, de que: “no es necesario tumbar, con la zancadilla basta” para que hacer que fracase un gobierno, y se vayan al diablo sus planes, sin importar mucho si son buenos o malos para el país. El asunto, hoy, es mermar y estorbar la capacidad de acción del gobierno Petro, en un claro intento por inestabilizarlo, a pesar de haber sido elegido legítimamente, por más del 50% por ciento de los ciudadanos con derecho a Voto, en este país.


En un absurdo giro de la lógica, para la derecha hirsuta, para que un gobierno en Colombia, sea legítimo, debe ser, por fuerza, de Derecha. Otras ideas no sirven para que el país, marche correctamente. Ellos y solo ellos, saben cómo: lograr la paz: esa que nunca han conseguido; imponer una seguridad: esa que no lograron nunca a pesar de ser leitmotiv de su sinfonía preferida; erradicar la pobreza: mientras envilecieron salarios y feriaron bienes públicos; crear empleo y riqueza: que, hasta ahora, no se hizo realidad y para lo que han tenido más 60 años de gobiernos. Y digo 60 años, porque hablo de la Colombia que conozco. Es que no han logrado nada, de lo que hoy enuncian como sus fines y metas. Es que no saben cómo son, ni qué son esas cosas, y tal vez por eso, NO reconocen los buenos logros de Petro, a pesar tenerlos a la vista. Hoy critican que un progresista haga, lo que ellos no pudieron. Y surge la pregunta: ¿cuál es entonces su idea de gobierno y de país?



¿Acaso la inequidad, desigualdad y miseria del más del 60% de Colombia que dejaron como herencia, es el estándar de la sociedad que soñaron crear y que sueñan retrotraer, apostando al fracaso del gobierno Petro? Una cosa es cierta. Sí Petro, NO corrige los “logros” NUNCA LOGRADOS de la extrema derecha en 35 años, y sí el neoliberalismo insiste en regresa a la fuerza saboteando los nuevos espacios de opinión, ESO, sí que implicaría el riesgo de “volvernos” la nueva Venezuela. Pero no por culpa de Petro y sus ideas de Desarrollo esparcido, que no es otra cosa que una prosperidad compartida. Sino porque, sí no puede gobernar con la Constitución del 91, ¿qué le queda? Recurrir al pueblo y obviar la constitución y al con junto de enemigos estatales que se agenció, por ser progresista.


Pero Petro busca una prosperidad continuada, nacional, para todos, es decir, un país con oportunidad para que los ricos sean más ricos…y los pobres menos pobres. Que los salarios, el real motor de una economía sean suficientes para que obrero y mpleado, impulsen el Mercado interno, y los Empresarios, expandan sus negocios y ganancias. Es cuando todos ganan…que nadie se queja. Petro lo sabe y eso busca. Y eso es lo que planteó desde la campaña, e intenta llevar a la práctica: conseguir que los pobres tengan esperanza y los ricos mejores ganancias…pero lícitas y en el marco de la economía legal. Petro: no amenaza a nadie, no maltrata a nadie, no cierra Medios, no expropia a nadie en el espectro social legal. Solo recupera, para el pueblo, bienes mal habidos. Quiere a ricos y pobres satisfechos, pero porque ninguno se siente maltratado por el otro. Petro sabe perfectamente, pues es economista, que sin ricos NO hay empleo y sin salarios justos no hay productividad motivada. Por eso invita a los ricos, al gran Capital, a invertir moderando ganancias por un tiempo. No perderán. Los bajos intereses desde la Banca, y unos mejores salarios desde la industria y la empresa, harán que la economía responda a la inercia del crecimiento compartido. Todos ganaremos.


Venezuela. Quién tenga oídos para oír… Ahora que, cuando sugerí aquello de “volvernos” otra Venezuela en párrafo anterior, era un sarcasmo-amenaza. Me refería a que, miremos mejor el contexto político de hoy en Colombia, y los problemas de Gustavo Petro para gobernar. No lo dejan, a pesar de que su programa de gobierno, fue elegido por 11 millones de votantes, vulgo…ciudadanos colombianos. Sin Ases ocultos. Petro puso a la luz, desde la campaña, lo que quería hacer. No inventó ideas después de ser elegido, ejecuta un proyecto político que todos conocíamos. Ahora, desde distintos ángulos, hacen fuego y no lo dejan cumplir las promesas hechas a sus electores. Eso fue lo que pasó, inicialmente en Venezuela: cuando acorralaron a Hugo Chávez, recién elegido la primera vez, él decidió que, sí no querían gobernar con él, ni dejarlo gobernar, él, lo haría a su modo. Y ya vimos que pasó.


Aquí, en Colombia, unas Cortes corrompidas por el perverso intercambio de favores y puestos con/y entre órganos del Estado, que ya hiede; un congreso ineficaz, ineficiente y corrupto, poniendo palos en la rueda del gobierno; y una “Prensa” falaz, lo atacan “día y nochemente”. Y Petro fue democrática y legalmente elegido, en el juego de la democracia. Y algo “nuevo” como parte del paradigma ético-político de moda. Gentes de todo pelambre y Sub judice, enredados en problemas penales, interactúen como jueces de Petro desde instituciones del Estado y desde una oposición sin argumentos y sin autoridad moral para hacerlo. Que Prada, investigados por la Corte sea “juez” del presidente porque un Concejo de Estado pervertido, y tan cuestionado, lo autorice para estorbar y poner zancadilla al gobierno y no dejarlo realizar programas que anunció como banderas de campaña, y por las que fue elegido por más de 11 millones de ciudadanos que estuvieron de acuerdo con su idea gobierno, ya pone las cosas en un tono escabroso. Que Uribe, enredado en un espantoso caso penal, “dirija” a una cerril oposición a todo lo que implique echar adelante a una sociedad en apuros, es el colmo del descaro político.


Y aquí llega el referente VENEZUELA… gentes pasando apuros y hambres…sobre el suelo de uno de los países más ricos del mundo. Dan ganas de llorar por nuestros vecinos. ¿Cómo se volvió tan pobre Venezuela? ¿Qué cosa, aparte del oprobioso “embargo” de los gringos,tiene a Venezuela, un país con las más grandes riquezas energéticas del Mundo…tan empobrecido? Lo digo con todas la letras: NO fue tanto por Chávez… si no por los que NO DEJARON que Chávez…intentara nuevas cosas… sin dar lugar a saber sí eran buenas, regulares o malas. No quisieron acompañar y supervisar su idea. Prefirieron acorralarlo tanto desde el Capital y el viejo establecimiento, que se volvió un “Llanero solitario”. Sin salida alguna, pues le cerraron toda puerta política y Constitucional, para implementar medidas que podrían haber sido concertadas con la plutocracia, Chávez decidió caminar solo; lo cercaron de tal forma, que cuando menos pensó, estaba maniatado. Entonces se dio cuenta que, NO podía que actuar dentro de la Constitución, porque nadie del espectro político venezolano, quería que tuvieran éxito sus propuestas, o enriquecerlas con las propias. Cuando miró a los lados, solo vio …pueblo, gentes, ciudadanos: esperando algo mejor de lo que por años habían negado los gobiernos de Derecha, que navegaron una bonanza de petróleo y riquezas, que bien despilfarraron o se robaron. NO había con quien contar. Es ahí, cuando “nace el dictador Hugo Chávez, porque llega a una reflexión simple, “Me elige el pueblo, pero no puedo gobernar a ese pueblo con la Constitución de Venezuela, porque la vieja oligarquía no me deja” soy el presidente elegido. Chávez supo entonces que era por las malas. A renglón seguido, olvidó el entorno constitucional, “borró” lo que se le oponía y actuó como el autócrata que lo obligaron a ser.


En Colombia. Nadie dice que Gustavo Petro es infalible. Pero, al contrario de Chávez, Gustavo Petro, es ante que todo un político y un demócrata, Chávez era militar, adicto a la obediencia, antes que político. Pero llegó al poder legítimamente, por mandato de las urnas, era el presidente… y NO, se lo respetaron.



Lo mismo está pasando con Gustavo Petro… el establecimiento, NO ataja, NO enlaza, NI se hace a un lado. Ni hachan… ni prestan la raja. Una rara mezcla de corruptos de toda laya, fusionados con lo más vil de la casta política nacional, y unos órganos del Estado, venales y corruptos, han hecho vaca para impedir que Petro a lleve esperanza y oportunidades a los más de 11.000.000 de ciudadanos que, dentro de la Constitución y las leyes COLOMBIANAS, lo eligieron para que ejecutara, desde el gobierno, sus ideas, sobre otra forma de gestionar la sociedad colombiana. Once millones de electores …que ven como desde una oposición mezquina y obtusa, irrespetan su decisión política, y al presidente que eligieron. No hay con quien hablar, No hay interlocutores serios, responsables con su pueblo, en la medida en que cada sector defiende intereses ya enquistados. Y Gustavo Petro, ganó en buena lid la presidencia: tiene derecho a serlo por 4 años. Eso le ordenaron 11.000.000 de Votos.


Un cerco de opositores ideológicos, sin argumentos válidos ni serios, dentro de la controversia política, intenta aislar a Gustavo Petro. Y ya está sucediendo algo buscado neciamente por esa oposición cegata, lo acosan, lo arrinconan… Y, Petro convoca al pueblo. Llama, a esos que lo eligieron, a que, hagan respetar su derecho de opinión y a elegir, según las reglas de la democracia, en que se supone, actuaron.


Sí las Instituciones del Estado, (Congreso y cortes) no dialogan con un gobierno legítimo y legal; sí las fuerzas políticas, supuestamente representantes elegidas por el mismo pueblo y bajo las mismas reglas, no cumplen su función de gestión política, y necios y ciegos cierran las puertas al consenso, entonces hay que recurrir a eso que, a veces, es: “un fervoroso pueblo comprometido” y otras: “esa chusma ignorante” que, “solo causa disturbios y terrorismo”. Petro llama al pueblo…y los tontos opositores, sin memoria, insisten el hacer olas en el estanque nacional. La estupidez de la extrema Derecha, (en el lote, va el partido cuasi liberal de Gaviria) no ve, no siente la rabia de la “chusma.


Pasan por alto lo que sucedió previo al ascenso del Gobierno Petro, cuando las calles estallaron con las protestas de un pueblo, que, por vez primera, y a una voz, alzaba los ojos del piso y las manos al aire. Protestando en legítima defensa. El establecimiento político tembló, pero ya olvidó. Estúpidamente, también olvidaron para que los eligieron al Congreso…y no fue para que ganaran tan altos y obscenos sueldos, sino para que se ocuparan de los problemas de ese pueblo. Casi todos ellos, apoltronados en sus privilegios, se niegan a apoyar las reformas que tienen, por fuerza, que hacerse. Tanta inequidad e iniquidad, no los conmueve.


Su costosa curul borró la compasión y la solidaridad natural intrínseca a todo ser humano. No sienten a su pueblo. No ven a su pueblo…quizás, no pertenecen a él. Hay que oponerse per se. No quieren dialogar con Petro sobre trabajar por los más pobres y olvidados. No gustan de las ideas progresistas y humanistas de Petro… y se oponen a todas ellas. La Salud, debe ser reformada: NO. Las Normas Laborales deben cambiar: NO. Todo NO. Su mantra es una salmodia monótona e inhumana: nosotros YA tenemos lo nuestro, que se joda la chusma. Cegatos.


Sin embargo, el pueblo habló, y eligió a Gustavo Petro. Es el presidente. NO les importa, NO es de su cuerda ni de su gusto. Y como no quieren hacer lo correcto, trabajar por quienes los eligieron, Petro recurre al pueblo. El pueblo quiere hablar, debe hablar, tiene que hablar. Y Petro los está convocando. Las curules son de los políticos…las calles son del pueblo. Esa masa humana, a veces mansa a veces salida de la ropa, siente que está siendo despreciada. Que ni siquiera cuando se expresa a través del Voto, le dan importancia. Quieren, desde una cómoda curul en el Congreso, o desde una poltrona en las Cortes, anular la voluntad de 11 millones de Votos que eligieron a Petro, solo porque son Votos “de la chusma esa”. Por eso, SU presidente, los está invocando. Debe volver a la calle, a reclamar por lo ganado… y que quieren escamotearles.



Sí ceñirse a una Constitución, como ha hecho Gustavo Petro; sí respetar a la sociedad civil y la propiedad privada legal, no basta; sí los demás órganos del Estado, se coluden para estorbar al gobierno de un Demócrata probado por más 35 años de ejercicio político serio y decente, como es Gustavo Petro; sí 11 millones de Votos no merecen respeto de la oposición, entonces hay que llamar al constituyente primario. Eso está haciendo el presidente Gustavo Petro. Es un hecho, que Petro tiene claro que lo eligieron para 4 años.


Pero sabe, que, de ahora, al 7 de agosto de 2026, debe haber creado un patrimonio de realizaciones positivas, lo suficientemente grande, para que sirva de CAPITAL POLÍTICO, a uno de sus fieles de doctrina y que comparta anhelos por un mejor país. Petro no quiere reelegirse, no es de talante. Solo quiere gobernar según su idea del gobierno y de la sociedad que lo eligió. Y legítimamente, dejar sucesor. México es buen ejemplo. No se quedará. Es honesto. Es serio. Es demócrata probado. No es expropiador ni perseguidor de nadie…como no sea de corruptos y traquetos.


Parece de una estupidez supina, que luego de más de dos años de gobierno, y a pesar de cierto malestar natural por algunos problemas propios de cualquier gobierno, (en la mejor familia sale …) Olmedo, ECOPETROL, y puede haber más, pero no hay razón para lo que hacen sus detractores, que insisten en torpedear el gobierno. Petro, NO amaciza corruptos… los echa a las garras e la fiscalía.


Señores de la ultraderecha recalcitrante, (incluido el “liberalismo” de Gaviria) dejen que los más olvidados de Colombia, desde siempre, tengan una oportunidad sobre la tierra, parafraseando a Gabo. No obliguen a Petro a usar el ejecutivo como un mazo, o que se olvide de su instinto demócrata. No somos ni seremos como Venezuela de Chávez, y menos aún, la de Maduro.


Gustavo Petro tiene derecho a gestionar a Colombia, por 4 años. Lo ganó. Sí lo acosan, demasiado, llamará al pueblo. No busquemos una “nueva primera línea”. No somos ni seremos Venezuela. Somos Colombia. Tenemos, con muy pocas excepciones, tradición de república seria, pero no estamos exentos de tropezar con los maliciosos obstáculos que la oposición pone a cada paso del presidente Petro.


No somos Venezuela, repito, con todo respeto. Pero tanto allá, como acá, una robusta, dura y enquistada oligarquía, no permite una idea nueva de gobernar; no deja experimentar una nueva y distinta forma de ver e interpretar la sociedad. Nada servía. Nada sirve… “sí no lo hacemos nosotros” juran ellos. Hoy cierran caminos. Sabotean las opciones de una nueva realidad. Defienden viejos privilegios, sin pensar en el grueso de la sociedad envilecida que crearon. Quizás deban recordar, que eso llamado “el pueblo” es el constituyente primario, es la Junta Directiva de una nación de corte demócrata, como la nuestra, aunque, tenga otra connotación para la Derecha colombiana: idiotas útiles.


Y sí son idiotas, NO pueden NO deben tener opción de opinar como ciudadanos con derechos. Los semidioses de la Derecha dura, parapetados tras sus privilegios, se plantean como única opción válida de gobierno y de vida y han fracasado en la tarea por muchos años…menos para uno pocos…ellos. No quieren admitir que el neoliberalismo fracasó y está de salida. Que solo unos pocos de arriba, la “crema” es decir, ellos, se enriquecieron; mientras la “chusma”, es decir, el grueso del pueblo colombiano, sigue entre carencias y miseria.


Notarán que no menciono, en este burdo ensayo, al “centro” político colombiano. Y es sencillo: el llamado Centro, no es más que una “mascarada” que, sinceramente aquí no existe, pues es un simple apéndice de la extrema derecha. A menos que Fajardo, y el ex MOIR, sean vistos como neutros.


Pero… ¿Venezuela?


“Cuando veas que están afeitando a tu vecino, pon tu barba a remojar”


Aquí, entre nosotros. Sí llega, tal situación será… a la fuerza. No somos tierra fértil para dictaduras. Pero, SÍ la voz de más 11 millones de ciudadanos, habilitados para elegir legalmente al político de sus afectos o que mejor interpretaba sus anhelos NO VALE NADA para el Congreso, ni para los demás órganos del Poder que se oponen a las políticas del cambio de Gustavo Petro; sí, el Capital, DUEÑO de los MEDIOS y de la economía, QUE NO HA SIDO MOLESTADOS NI PERSEGUIDOS, sino por el contrario, han sido llamados por el presidente Petro a trabajar en la Cruzada por los más pobres y por una país más equitativo y productivo, digo, sí ponen a sus “periodistas” contra el gobierno… y el Capital se hace el loco; sí TODAS LA PUERTAS DE ACCESO AL CONSENSO SOCIAL Y POLÍTICO, se cierran: ¿Entonces, con quién dialoga el gobierno?


NO con las Cortes; no con un Congreso autista y estúpido; no con un Capital que aún no entiende que, con un agro más productivo y dinámico la industria se mueve mejor y los negocios producen más riqueza… para TODOS.


Sí los Gilinski y demás “cacaos” colombianos no entienden eso, sí se empeñan en torpedear a Petro, los catastróficos resultados que obtendremos para Colombia no serán dolor de un día, todos sabremos cuando empiezan… nadie sabe cuándo acabarán. “Quién tenga oídos para oir, que oiga”


Sí a Gustavo Petro, como presidente, solo le queda esa masa ignara llamada pueblo, a él recurrirá. Más vale que lo dejemos gobernar los 4 años que se ganó en buena lid. O serán los mismos que lo eligieron para ejecutar SU teoría de gobierno, esa con la que ganó el poder, quienes reclamen el triunfo de sus Voto. Sí NO lo dejan ejercer, solo queda volver a la primera línea. Revolcar el charco. Romper la loza. Un mal negocio para TODOS. Gustavo Petro, necesita que lo dejen gobernar. Tener gobernabilidad.



Y era mi tema originalmente, pero me perdí. Seré breve.


Gobernabilidad: factor resultante de la gestión política con cual se ejecuta, en forma ordenada, seria y sin cortapisas, el poder ganado en las urnas. Enchaza la relación-gestión, del Estado y la sociedad civil, en el ejercicio de la democracia- la participación- y la ciudadanía, los elementos básicos en que se sostienen el concepto total en la idea de la democracia. Gobernabilidad, palabra moderna de uso habitual por nosotros, y que define la capacidad de acción, gestión y autoridad de un gobernante, para definir una interacción social diferente, entre Estado-Sociedad Civil, que supone “acuerdo para gestionar” entre todos, a una nación.


Acosar, fustigar, poner trabas y maltratar a un gobernante, por perfidia, es lo que hacen hoy con Gustavo Petro, dañando a toda la nación, no solo a Gustavo Petro. “Siembra vientos… y cosecharás tempestades”

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