Recientemente, el Perseverance, un rover robótico de la NASA que circula por la superficie de Marte desde 2021, ha atravesado terrenos difíciles y se ha topado con algunas sorpresas.
La zona marciana Bright Angel, cerca de donde ha estado explorando el robot últimamente, llamó la atención de los científicos de la misión por sus afloramientos rocosos de color claro.
A fin de llegar a Bright Angel, el rover discurría por un terreno. Al principio, este estaba relativamente despejado y el Perseverance podía recorrer cada día una distancia bastante grande. Pero el terreno fue haciéndose más y más escarpado, con peñascos cada vez más grandes y numerosos obstruyendo el paso el rover. El avance fue cada vez más lento y difícil.
El equipo le encargaba al robot realizar un trayecto pero, a menudo, al llegar al tramo más distante, y por ende más difícil de haber sido observado detalladamente a distancia, el Perseverance determinaba que el terreno que tenía delante era demasiado peligroso y sin posibilidad de evitarlo desviándose temporalmente de su rumbo un poco, y tomaba la decisión de detenerse.
Cada vez se volvía más difícil llegar a Bright Angel. Había una alternativa, aunque no exenta de riesgos: avanzar por un campo de dunas.
Sin embargo, quedaba descartado avanzar directamente sobre dunas. En el pasado, otros robots que han circulado sobre dunas han sufrido graves problemas y uno se quedó atrapado definitivamente en la arena.
La esperanza era encontrar una sección de ese campo en la cual las dunas fuesen pequeñas y lo bastante apartadas unas de otras para que el Perseverance pudiera pasar entre ellas. Además, el rover necesitaba una superficie que le sirviera de rampa de entrada por la que acceder a esa sección ideal del campo de dunas. Por suerte, ambas cosas fueron divisadas, y el Perseverance se adentró por el pasaje, avanzando con suma rapidez.
Gracias a esto, el robot pudo acceder a objetivos de gran interés científico.
El antiguo canal fluvial despertó interés desde el primer momento, al representar una oportunidad excelente para investigar cómo era ese río marciano. La presencia de agua líquida en una época del pasado lejano de Marte plantea la fascinante posibilidad de que hubiera surgido vida allí. Análisis lo bastante detallados de muestras extraídas de sitios clave podrían revelar huellas delatadoras de vida.
Pero durante su travesía el Perseverance se encontró con otros sitios de interés científico. Una pequeña colina, llamada Mount Washburn, está cubierta por rocas intrigantes, algunas de un tipo nunca antes observado en Marte. La diversidad de texturas y composiciones de Mount Washburn fue un descubrimiento apasionante para el equipo. Sin embargo, una roca, a la que se le ha dado el nombre de Atoko Point, acaparó la máxima atención del equipo científico.
Atoko Point, que mide unos 45 centímetros de ancho y unos 35 de alto, destaca por su tonalidad clara en un terreno donde predominan las tonalidades oscuras.
Un análisis realizado por dos de los instrumentos del robot indica que la roca está compuesta por los minerales piroxeno y feldespato.
Algunos científicos del Perseverance creen que los minerales que componen Atoko Point se produjeron en una masa de magma. Otros miembros del equipo piensan que quizá el peñasco se creó mucho más allá de las paredes del cráter Jezero y fue transportado hasta allí por acción de impetuosas corrientes de agua.
Tras abandonar Mount Washburn, Perseverance avanzó hacia el norte hasta llegar a un sitio denominado "Tuff Cliff", cuya geología estudió, antes de realizar el trayecto final de 4 días a Bright Angel. El Perseverance está analizando actualmente un afloramiento rocoso para evaluar si conviene recoger una muestra interna NCYT
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