El rover Perseverance de la NASA, que desde su llegada a la superficie de Marte en 2021 recorre y explora terrenos del Planeta Rojo, ha alcanzado el punto más alto del borde del enorme cráter Jezero.
El robot tardó unos tres meses y medio en realizar la travesía y ascendió hasta una altitud de 500 metros. Para lograrlo, tuvo que subir a menudo por pendientes muy pronunciadas. Por el camino fue haciendo paradas con el fin de realizar observaciones científicas en puntos de interés. El Perseverance se enfrentó a algunos de los terrenos más peligrosos por los que ha circulado desde su llegada a Marte.
El rover robótico realizó el ascenso con el fin de explorar una región de Marte distinta a cualquier otra de las que ha investigado antes.
La ruta seguida por el Perseverance cubre la parte norte de la sección suroccidental del borde del Jezero.
Ahora, el Perseverance explorará terrenos muy distintos a los que ha venido explorando. Pasará de terrenos dominados por rocas que llenaron parcialmente el cráter Jezero cuando se formó por un impacto masivo hace unos 3.900 millones de años, a rocas de las profundidades de Marte que fueron lanzadas hacia arriba por el impacto y que terminaron conformando el borde del cráter.
Estas rocas son trozos de la corteza marciana primitiva y figuran entre las rocas más antiguas del sistema solar. Investigarlas podría ayudar a conocer mucho mejor cómo era Marte (y nuestro propio planeta) en su infancia, tal como plantea Ken Farley, del Instituto Tecnológico de California (Caltech) en Estados Unidos y miembro del equipo científico del Perseverance.
Está previsto que durante el próximo año el Perseverance visite en esta nueva zona cuatro lugares de gran interés geológico, explorándolos y tomando muestras. NCYT
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