Se ha venido creyendo que la dieta de los humanos primitivos, descritos como cazadores-recolectores, era rica en carne. Un estudio revela que la importancia de la caza era muy inferior a lo creído, al menos en la región de la que provienen los restos arqueológicos analizados.
El nuevo estudio se ha centrado en restos arqueológicos hallados en las orillas del río Jordán, en la zona del valle de Jule en Israel.
La investigación la ha llevado a cabo un equipo encabezado por Hadar Ahituv, de la Universidad Bar-Ilan y de la de Haifa, ambas en Israel.
Lo descubierto en los restos arqueológicos de ese valle ofrece una perspectiva clara e inesperada sobre los hábitos alimentarios de los humanos primitivos, al menos de los de esa región, contradiciendo creencias firmemente arraigadas sobre lo que se comía durante la prehistoria humana.
Ahituv y sus colegas han descubierto que los antiguos cazadores-recolectores de la zona dependían en gran medida de alimentos vegetales, particularmente plantas con almidón, como principal fuente de energía. Los hallazgos sugieren que, contrariamente a la creencia popular, la dieta de los primeros homínidos no tenía un fuerte componente de proteína animal, sino que se basaba sobre todo en una amplia gama de alimentos de origen vegetal, incluidas bellotas, cereales, legumbres y plantas acuáticas.
El estudio se basa mayormente en el hallazgo de granos de almidón de aproximadamente 780.000 años de antigüedad, encontrados en herramientas de basalto que estaban depositadas en un antiguo asentamiento cerca de Gesher Benot Ya’akov.
Este descubrimiento subraya la importancia de los alimentos vegetales en la evolución de nuestros antepasados, tal como señala Ahituv. Ahora parece claro que los primeros homínidos recolectaban una amplia gama de productos vegetales durante todo el año, y los procesaban utilizando herramientas.
Los hallazgos también ofrecen información sobre los comportamientos sociales y cognitivos de los primeros humanos. El uso de herramientas para procesar productos vegetales sugiere un alto nivel de cooperación y estructura social, ya que los homínidos operaban como parte de grupos sociales más grandes. Su capacidad para utilizar una amplia gama de recursos terrestres e incluso acuáticos muestra asimismo un profundo conocimiento de su entorno natural. NCYT
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