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Foto del escritorActa Diurna

La inminente misión Blue Ghost 1 a la superficie de la Luna



Todo está a punto para el inicio de la misión Blue Ghost 1, que será ejecutada por la empresa Firefly Aerospace por encargo de la NASA. La misión incluye el aterrizaje de una nave en la Luna.


Este nuevo modelo de nave de descenso o módulo lunar permitirá a quienes contraten los servicios de la empresa enviar cargamentos a la superficie de nuestro satélite natural, en sucesivos viajes.


El módulo lunar mide aproximadamente 3,5 metros de diámetro y 2 de altura.



El lanzamiento al espacio está previsto para este mismo mes de enero.


El objetivo de la misión es un alunizaje en un punto de Mare Crisium, cerca de Mons Latreille, para transportar hasta allí diez instrumentos destinados a investigaciones científicas o a ensayos tecnológicos, como parte de la iniciativa CLPS (Commercial Lunar Payload Services) de la NASA.


Al lanzamiento le seguirá una travesía de aproximadamente 45 días hasta la Luna.


Tras el alunizaje, los instrumentos operarán durante un día lunar completo (unos 14 días terrestres). Al término de este periodo, la nave captará imágenes de la puesta de sol en la Luna y proporcionará datos críticos sobre cómo reacciona el regolito lunar con el crepúsculo lunar y el inicio de la noche lunar. El módulo de descenso todavía operará durante unas horas más, ya sumido en la noche lunar.


De entre estos instrumentos, cabe destacar a LEXI (Lunar Environment Heliospheric X-ray Imager), de la NASA, que tendrá la misión de captar las primeras imágenes globales del campo magnético que protege a la Tierra de la radiación solar.


Una vez que desaparezca el polvo levantado por el alunizaje, LEXI se activará, se calentará y comenzará a observar la Tierra. Durante seis días, recogerá imágenes de los rayos X que emanan de los bordes de la vasta magnetosfera de nuestro planeta. Estas observaciones ayudarán a conocer mejor cómo responde esta frontera protectora a la meteorología espacial y otras fuerzas cósmicas, así como la manera forma en que puede permitir la entrada de chorros de partículas solares cargadas, capaces de crear auroras y pudiendo dañar infraestructuras eléctricas y de comunicaciones..


Otro instrumento destacable es el NGLR (Next Generation Lunar Retroreflector).



Los astronautas del Apolo instalaron conjuntos de espejos, o “retrorreflectores”, en la Luna para reflejar con precisión la luz láser emitida desde la Tierra con una dispersión o difusión mínimas. Los retrorreflectores son espejos que reflejan la luz entrante justo en la misma dirección. El cálculo del tiempo necesario para que los rayos reboten permite a los científicos medir con precisión la distancia de la Luna a la Tierra.


El primer ejemplar de NGLR, el NGLR-1. Desarrollado por investigadores de la Universidad de Maryland en College Park, Estados Unidos, reflejará pulsos láser muy cortos procedentes de observatorios lunares de medición láser con base en la Tierra, lo que podría mejorar en gran medida los resultados obtenidos en la era de las misiones Apolo con mediciones de precisión submilimétrica. Si el instrumento tiene éxito, lo que descubra ampliará los conocimientos de la humanidad sobre la estructura interna de la Luna y también será de utilidad para nuevas investigaciones sobre astrofísica, cosmología y física lunar, incluidos los cambios en el núcleo líquido de la Luna a medida que orbita alrededor de la Tierra, que pueden causar actividad sísmica en la superficie lunar

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