Los efectos de la guerra en Ucrania, especialmente el aumento de los precios de la energía y los alimentos, elevarán la pobreza al 33,7 % y la pobreza extrema al 14,9 % este año, lo que implica un aumento del 1,6 % y 1,1 % con respecto a 2021, respectivamente, alertó este lunes la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
El organismo regional, con sede en Santiago de Chile, aseguró en su informe "Repercusiones en América Latina y el Caribe de la guerra en Ucrania: ¿Cómo enfrentar esta nueva crisis?" que el conflicto provocará que 7,8 millones de personas se sumen a los 86,4 millones que ya están en pobreza extrema y sufren inseguridad alimentaria.
"Estos niveles son notoriamente superiores a los observados antes de la pandemia y alejan la posibilidad de una pronta recuperación", aseveró la Cepal.
Colombia, México y Brasil: los grandes afectados
La inflación empezó a aumentar en Latinoamérica a mediados de 2021, debido principalmente a las ayudas fiscales otorgadas durante la pandemia y al aumento del consumo, y la región cerró con una tasa promedio del 6,6%.
En abril pasado, la inflación regional se disparó un 8,1% y la mayoría de bancos centrales anticipan que se mantendrá elevada en lo que resta de año.
"El impacto del alza de precios y de la baja del crecimiento en la pobreza será diferente de un país a otro. En Colombia, México, el Paraguay y el Brasil tendrá lugar un fuerte retroceso de la lucha contra la pobreza", indicó en el documento.
El organismo apuntó que la inflación, además, "perjudica no solo a las personas extremadamente pobres, sino también a los hogares de las partes media y media baja de la distribución del ingreso", porque "la participación de los alimentos en la estructura de consumo de los hogares aumenta a medida que disminuye el ingreso".
Para enfrentar el inusitado aumento del precio de los alimentos, Cepal pide no restringir el comercio internacional de alimentos y fertilizantes, mantener o aumentar los subsidios a los alimentos y reducir o eliminar aranceles a la importación de granos y otros productos básicos.
Más integración regional
A la inflación se agregan "el contexto externo de incertidumbre y la desaceleración de la actividad económica y el comercio en la región", de acuerdo al organismo.
Tras el rebote económico del 6,3 % registrado en 2021, el PIB regional alcanzará en 2022 un crecimiento anual promedio del 1,8 %, según proyectó la Cepal el pasado abril.
Latinoamérica tiende así a regresar al lento patrón de crecimiento del periodo 2014-2019, cuando el promedio anual de expansión del PIB era solo del 0,3 % promedio anual.
Los mayores precios de las materias primas, el aumento de los costos de transporte y las perturbaciones en las cadenas internacionales de suministro impactarán también las exportaciones de bienes de la región.
En diciembre de 2021, Cepal proyectaba un aumento del 10% del valor de las exportaciones regionales de bienes y del 9% del valor de las importaciones.
Sin embargo, el alza de los precios de varios de los principales productos que la región comercializa eleva la proyección para 2022 a una expansión del 23% tanto de las exportaciones como de las importaciones.
Para Mario Cimoli, secretario ejecutivo Interino de la Comisión, "la presente coyuntura no debe ser vista como un fenómeno aislado, pues sus efectos se combinan con los causados por más de un decenio de crisis acumuladas: la crisis financiera internacional, las tensiones económicas entre Estados Unidos y China, y la pandemia".
Cimoli instó a "ampliar el espacio fiscal y aumentar los ingresos, permitiendo también aumentarlas inversiones a la vez" y "aumentar el papel de la articulación regional en las respuestas a la crisis".
"Es una región que unida gana y separada pierde en materia de alimentos, de hidrocarburos, de energía... Es algo que tenemos que tener muy claro si queremos avanzar hacia la integración regional", concluyó. EFE
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