Por: German Peña Cordoba
Cuando opera el chantaje como arma o condición ´sine qua non´ para aprobar iniciativas de origen gubernamental, estamos ante el manido "filibusterismo". El término filibustero, que en realidad era el pillaje que ejercían los piratas en las Antillas, mutó y hoy aplica a la obstrucción parlamentaria que impide que los proyectos avancen en sus diferentes etapas.
La vieja estrategia tapona las iniciativas, sin mayor discusión ataja los cambios propuestos, hasta tanto no se llegue a convenios non sanctos con los "padres de la patria", que pertenecen a las diferentes bancadas. Dentro de una democracia representativa, como dice ser la nuestra, los congresistas se deben al voto popular, son elegidos para que obedezcan a los intereses superiores del pueblo; interpretar su sentir, sus anhelos y sus angustias.
¿Al filibusterismo se le olvida algo tan importante?
Estos carilimpios y relambidos hoy en vacaciones, ya siendo elegidos, hacen todo lo contrario: llegan al hemiciclo del congreso a defender intereses de la opulencia y van en contra su propio pueblo. ¡Ni un voto más para estos Chiquilicuatres! No se puede reiterar el error.
El "filibusterismo" es un viejo conocido, no es una conducta novedosa. El venal comportamiento es tan antiguo que mucho antes de llamarlo así, lo denominaban "lentejismo". El comportamiento lentejo en la antigüedad, estaba referido al pasaje bíblico que relata la venta y traspaso de la primogenitura de Essaú a su hermano Jacob por un plato de lentejas. El Filibusterismo es sinónimo del lentejismo y se le reconoce como un comportamiento inmoral, impropio y venal.
Es tal la normalización que ejerce la corrupción sobre el ciudadano del común que aprovechar "el cuarto de hora", lo interpretamos como una virtud que inocula intrepidez, arrojo y osadía, parte de quien no deja pasar en vano su oportunidad de oro. Aprovechar el cuarto de hora se entiende, como la astucia de quien supo aprovechar el preciado momento que nos brinda la vida y que si se deja pasar, quizás no volverá a presentarse. "Hay que lograr" dice la cultura Antioqueña
Aclaro, que aprovechar las oportunidades no es malo per se. Lo malo es el mal uso que se le proporcione a la oportunidad que se presenta. Aplicar mal una oportunidad o darle un uso indebido es casi condición humana que florece silvestre. Las oportunidades son buenas, si no toma el desviado rumbo que se le dio en la actualidad al diezmo. Convencidos nuestros padres, que es la mejor estrategia formativa, desde niños nos enseñaron que "La oportunidad perdida", junto con la flecha lanzada y la palabra
pronunciada, son tres cosas que en la vida, no se devuelven.
Piensan los Filibusteros, con asiento en el Congreso, que su "cuarto de hora" no se puede dilapidar y es tonto quien no aproveche sus minutos de fama y el intrínseco protagonismo. En este caso, son los 15 minutos que se tienen por haber llegado al Congreso (amén de los que se reeligen eternamente como Don Efra Cepeda) que significa tener una cuota de poder en sus manos, además de un sueldo 40 veces mayor al sueldo de un asalariado en Colombia y, que probablemente e ingenuamente sufragó por el filibustero.
Como en todo, existen excepciones, no se puede generalizar y medir con el mismo racero, ni aplicar este análisis, hay congresistas valiosos, estudiosos y estructurados, pero lastimosamente son muchos con conciencia filibustera que obstruyen, piensan y actúan de esa forma. Es una vergüenza que lleguen al congreso personas tan elementales, inmaduros y vacuos como el tal "Polo Polo" o un Chisgarabis como "Jp Hernández".
Que diferencia a un Carlos Gaviria Díaz, que sentenció categóricamente: "Quien paga para llegar, llega para robar". Pero al filibustero le da lo mismo todo y piensa que con poner dos o tres trinos diarios, igualmente vacíos y mal escritos, cumple su labor como congresista. ¡Malditos!
No sé les exige que sean notarios expresión que básicamente es una excusa para distraer y confundir. Se exige que las propuestas se discutan con altura. Pero contrario a esto se inventan el eufemismo: "Concertación Democrática". Es otra de las excusas para obstruir las reformas apelando al retiro en el momento de votar y así invalidar el quorum, sabotear las discusiones, dilación en la presentación de propuestas mediante un manejo amañado de agendas y mentiras permanentes en sus medios de comunicación.
Debemos ser concientes, que de este congreso filibustero no se obtendrá la aprobación de las reformas, porque su objetivo es claro: que a este gobierno le vaya mal, incluso llevándose por delante las reformas y destruyendo un posible bienestar en favor del pueblo
¡No les importa!
En lo que concierne a la reforma a la salud, laboral, agraria y pensional solo aprueban, artículos nada trascendentales y así conseguir que todo siga igual, y cuando al fin algo importante se aprueba, a posteriori buscan que la Corte Constitucional los tumbe. Artículos fundamentales fueron demolidos en la reciente reforma tributaria Esta reforma fue aprobada y luego derribada en lo fundamental.
Así, todos unidos bajo una sola bandera: medios de comunicación, viudos del poder, la rancia Oligarquía, Conservadores, Liberales, corruptos de todos los pelambres, la Junta del Narcotráfico, militares retirados, etc., seguirán con el bloqueo financiero y el bloqueo político, teniendo también las altas cortes en contra del cambio y el golpecito blando negando, pero a su vez, caminando.
Así, avanza el proyecto fascista para el 2026: todos, unidos y disciplinados, conspiran para que nada cambie y a punta de mentiras tratar de recuperar el botín.
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