Las exportaciones de ganado en Colombia se han cuadruplicado en la última década, impulsadas por mejoras en la eficiencia y en las prácticas sanitarias, según un informe reciente de BBVA Research. Este crecimiento no solo ha consolidado la presencia del país en los mercados internacionales, sino que también ha sentado las bases para una mayor expansión hacia nuevos destinos globales.
El informe, parte de la serie "Sembrando el futuro: sector agropecuario colombiano", publicado semestralmente por BBVA Research, destaca que el hato ganadero colombiano, con casi 30 millones de cabezas, se posicionó en el puesto 12 a nivel mundial en 2022. Alejandro Reyes, economista principal de BBVA Research y coautor del informe, señaló que "el hato ganadero colombiano tiene un tamaño significativo, ha mostrado una tendencia expansiva importante y cuenta con un espacio de mayor desarrollo, en especial para atender mercados globales”. Lo que además se sustenta, según el informe, en ganancias en eficiencia tanto en peso medio de los animales como en carne en canal.
También menciona que en Colombia tiene un hato de ganado cercano a los 30 millones de cabezas, ubicándolo en el puesto 12 en el mundo en 2022, además, el crecimiento del hato se aceleró entre 2017 y 2020 y son siete departamentos los que tienen cerca del 50% del total de cabezas del país. En la caracterización de este sector se tiene que el 80% de las fincas de ganado bovino del país son consideradas como pequeños productores, con a lo sumo 50 cabezas de ganado por predio.
En términos de producción, el modelo extensivo y pastoril predominante en Colombia ha permitido una ganadería más sostenible, reduciendo la necesidad de suplementos alimenticios y minimizando las presiones ambientales. Sin embargo, este modelo enfrenta desafíos relacionados con el uso del suelo. Las zonas productoras de leche se encuentran principalmente en el altiplano cundiboyacense y Antioquia, mientras que las de carne se concentran en los Llanos Orientales, Antioquia, Santander y la Sabana de la Costa. La producción de doble propósito se destaca en la Costa Norte, Caquetá y Arauca.
En cuanto a la demanda, “el consumo de proteínas de origen animal ha crecido, a nivel global y local, en las últimas décadas, sin embargo en el caso de la carne de res se ha presentado un estancamiento o incluso en varios países, como Colombia, un descenso”, según comenta Reyes.
“Un factor que ralentiza el sector ha sido el fuerte incremento del precio relativo de la carne bovina frente a otros productos sustitutos y también frente a la canasta general de precios y el ingreso de los hogares. Sin embargo, los precios se han moderado recientemente, desde niveles muy elevados”, concluye el estudio de BBVA Research.
Asimismo menciona que a nivel global, aunque se observa una tendencia de reducción en el consumo de carne bovina en favor de otras proteínas animales, economías emergentes como China podrían impulsar el mercado global de carne de res debido a un aumento en el ingreso medio. Esto presenta una oportunidad para el mercado colombiano, que podría beneficiarse de una mayor penetración en estos países y de una mayor competitividad gracias a la depreciación real y nominal del tipo de cambio.
A nivel nacional se espera un periodo de recuperación gradual del consumo de carne de res, impulsada por la reducción de precios relativos, ganancias en la capacidad adquisitiva de los hogares, y una recuperación paulatina de la actividad local. A pesar de ello, “la dinámica podría ser más contenida que la observada en años previos a nivel interno, aunque las expectativas externas podrían ayudar a compensarla”, asegura Reyes. DATAIFX
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