El legado de Francisco: el papa que renovó el mensaje de la Iglesia
- Acta Diurna
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Por Daniel Salazar Castellanos

El papa Francisco, elegido hace 12 años con miras a una renovación en la Iglesia Católica, golpeada por escándalos de abuso y corrupción, ha muerto a los 88 años en Roma, de acuerdo con el Vaticano. Su legado, marcado por un mensaje de inclusión, justicia social y renovación, deja una huella en el catolicismo.
Jorge Mario Bergoglio, el arzobispo de Buenos Aires que se convirtió en papa en 2013 a los 76 años, hizo del fomento de un mayor diálogo interreligioso y la austeridad, algunas de sus principales banderas durante su pontificado.
El papa enfrentó desafíos importantes, como la creciente secularización en muchas partes del mundo y las denuncias de abusos sexuales dentro del clero, a lo que respondió con reformas internas, con medidas que apuntan a la transparencia y la responsabilidad dentro de la institución, generando posiciones encontradas en los sectores más conservadores de la Iglesia Católica.
Francisco situó la doctrina social de la Iglesia, hasta ahora un tanto relegada a un cuarto trasero de la casa, en el salón principal, reservado para las visitas importantes; y la incomprensión de esta actitud hizo recaer sobre él una lluvia de críticas dentro y fuera de la Iglesia. “Pero hay una inexorabilidad de la verdad que se impone por la fuerza de su misma naturaleza, y esta fue la apuesta y el mensaje de esperanza del papa de cara al futuro”, dijo Roberto Bosca, profesor emérito y exdecano de la Facultad de Derecho de la Universidad Austral.
En todo caso, explica que hay áreas que han tenido “un movimiento evolutivo más lento que otras”, por ejemplo, Juan Pablo II tuvo como objetivo el ecumenismo con las iglesias ortodoxas que se reflejó en una visita a Moscú que nunca pudo realizar. “A pesar de que hubo notorios progresos en el pontificado de Francisco, tampoco pudo él concretar ese encuentro fraterno, aunque haya preparado el camino”.
Las principales reformas del papa quedaron consignadas en la nueva Constitución “Praedicate Evangelium”, promulgada en el 2022 para reformar el Gobierno de la Iglesia. Algunas medidas aplicadas por el pontífice incluyen acciones de carácter administrativo, como la descentralización del gobierno central de la Santa Sede, y otras políticas económicas para combatir la corrupción, incluyendo la creación de un Secretariado para la Economía, un Comité para las Inversiones para “garantizar la naturaleza ética de las inversiones inmobiliarias de la Santa Sede” y el saneamiento del Banco del Vaticano, al que le otorgó la gestión exclusiva de los activos financieros.
Durante su pontificado, Francisco también dio señales de mayor apertura, llegando a reconocer que en ocasiones el divorcio de una pareja puede ser menos dañino que las peleas constantes.
También hizo un llamado a un cambio en el enfoque de la Iglesia Católica hacia la homosexualidad y dijo que los obispos debían acogerles. En este sentido, se puede decir que el “papa inició una diversidad de cambios no solo estructurales o de tipo organizativo sino algo mucho más importante y de una extrema radicalidad. Me refiero a que él puso en el primer nivel de atención de los fieles una pastoral que se expresa en un cambio de sensibilidad muy profundo que solo se verá en su plenitud en el futuro”, anotó Roberto Bosca.
Su influencia global en campos como la política, la economía y la sociedad hicieron que el sumo pontífice argentino formara parte del listado de las personas más influyentes del mundo. Este es el legado del papa Francisco:
Las reformas del papa
Wilmar E. Roldán Solano, profesor de la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Javeriana en Colombia, dice que durante su ministerio, Francisco impulsó cinco reformas significativas que marcaron su enfoque renovador.
La primera es la renovación de la Curia Vaticana, buscando una estructura más eficiente y acorde con los tiempos actuales.
En segundo lugar, revitalizó la figura del sínodo de los obispos, promoviendo la sinodalidad como un principio fundamental en el funcionamiento de la Iglesia.
Una tercera reforma fue la inclusión de mujeres en puestos de toma de decisiones dentro de la Curia, un paso importante hacia la equidad de género en la Iglesia.
Asimismo, una cuarta reforma, estuvo centrada en el fomento de procesos que se extienden en el tiempo, alineándose con el principio de que “el tiempo es superior al espacio”.
Por último, estableció un enfoque de escucha que es crucial en los procesos de discernimiento y misión de una Iglesia en salida.
“El papado de Francisco estuvo profundamente influenciado por la madurez de la Iglesia latinoamericana, un hecho que se reflejó en la conferencia de los obispos de 2007 en Aparecida, Brasil. Este evento se convirtió en el punto de partida de su exhortación apostólica Evangelii Gaudium, donde propuso una visión renovadora para la Iglesia”, dijo Roldán Solano.
Explica además que las encíclicas sociales “Laudato Si’” y “Fratelli Tutti” reforzaron este carácter renovador y social, presentando a la Iglesia como “una entidad en misión abierta”.
Estos documentos, destacan la importancia de la fraternidad y el cuidado del planeta, “ofreciendo no solo respuestas para la Iglesia, sino también signos de esperanza y renovación para el mundo”, apuntó.
El papa y la economía
Desde pedir un cambio en las reglas de juego del sistema socioeconómico hasta arremeter contra la desigualdad, los 12 años del pontificado del papa Francisco estuvieron marcados por un cambio de tono en la Iglesia Católica.
Ante un grupo de empresarios en el Vaticano, por ejemplo, el papa criticó en febrero de 2017 al capitalismo porque promueve “la creación de gente descartada” para luego intentar “ocultarla o asegurarse de que no se la vea”.
Testigo de la crisis económica argentina de comienzos de siglo, el papa también arremetió en diciembre pasado contra la deuda externa, que “se ha convertido en un instrumento de control”.
En su mensaje también lanzó propuestas como destinar un porcentaje fijo del dinero empleado en armamentos para la constitución de “un fondo mundial que elimine definitivamente el hambre y facilite en los países más pobres actividades educativas también dirigidas a promover el desarrollo sostenible”.
Otros asuntos sensibles para el papa fueron las cuestiones migratorias y frente a las políticas de deportación masiva del mandatario de EE.UU., Donald Trump, también se posicionó, pidiendo a la Iglesia de ese país “no ceder ante las narrativas que discriminan y hacen sufrir innecesariamente a nuestros hermanos migrantes y refugiados”.
La política, en la agenda del papa
Bergoglio fue un líder religioso consciente de la importancia de la influencia política y la necesidad de dialogar de frente con los líderes mundiales para promover el cambio que buscó desde el Vaticano.
En 2019, en el marco de la Jornada mundial de la paz, el papa dijo que “la política no está reservada solo a los gobernantes”. Aseguró además que “todos somos responsables de la vida de la ciudad, del bien común y la política es buena en la medida en que cada uno aporte su parte al servicio de la paz”.
Preocupado por los jóvenes, extendió su mensaje para que sean “transgresores, no conformistas, que no sean esclavos del móvil”, tal y como lo mencionó en 2022 en su mensaje tras la misa y el rezo del ángelus.
Desde el proceso de paz en Colombia, hasta la crisis política venezolana y los “nuevos colonialismos” que arrasan la selva Amazónica, el papa Francisco acompañó con sus mensajes a Latinoamérica en momentos clave de su historia reciente.
Acompañó la guerra en Ucrania y la calificó como “una vergonzosa desgracia para toda la humanidad”, al mismo tiempo que en medio de la crisis en Medio Oriente criticó “la vergonzosa incapacidad de la comunidad internacional y de los países más poderosos para poner fin a esta masacre, la ola de odio se ha convertido en un maremoto de violencia”, como reseñó en un pasaje de su autobiografía titulada Esperanza, publicada en enero de este año.
Entusiasta de la tecnología, pero también advirtió de sus riesgos
El sumo pontífice se mostró esperanzado por el fututo de la tecnología, manifestando en el 2023 “que el desarrollo de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático tiene el potencial de contribuir de manera positiva al futuro de la humanidad”.
No obstante, el papa también advirtió sobre los posibles riesgos, señalando la importancia de que los desarrolladores de estas soluciones prioricen el “actuar de manera ética y responsable” ante el riesgo de que se aumente la desigualdad en el mundo.
“¿Pueden nuestras instituciones nacionales e internacionales responsabilizar a las empresas de tecnología por el impacto social y cultural de sus productos?”, se cuestionó en su momento.
En el marco del Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, el papa también planteó que la inteligencia artificial (IA) genera preocupaciones sobre su impacto en el mundo, en la medida en que “0los resultados que es capaz de lograr son casi indistinguibles de los de los humanos, lo que plantea dudas sobre su efecto en la creciente crisis de la verdad en el foro público”.
El papa también solicitó en febrero de 2025 que los Estados avancen hacia la creación de una plataforma de interés público sobre IA para que cada nación pueda encontrar en esta tecnología “una herramienta para el desarrollo y la lucha contra la pobreza por un lado, y para la protección de las culturas y lenguas locales por otro”.
Vida del Papa
Bergoglio nació el 17 de diciembre de 1936 y creció en el barrio de Flores, en el seno de una familia de clase trabajadora.
Se formó como técnico químico y alcanzó a ejercer antes de ingresar en el seminario como novicio de la Compañía de Jesús en 1958. Estudió Humanidades en Chile en 1963 y cuando regresó a su país se licenció en Filosofía en el Colegio San José, de San Miguel.
Se ordenó sacerdote el 13 de diciembre de 1969 y ya en 1973 fue nombrado provincial de los jesuitas en Argentina, cargo que ocupó por seis años. Posteriormente, fue rector del Colegio San José y desempeñó diversos roles en la formación religiosa y académica.
En 1992, fue nombrado obispo auxiliar de Buenos Aires y, en 1998, asumió como arzobispo y primado de Argentina. En 2001, Juan Pablo II le nombró cardenal y en 2005 participó en el cónclave que eligió a Benedicto XVI.
En 2008 fue reelegido presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, impulsando un plan misionero basado en la evangelización y el servicio a los pobres. En 2009, promovió la campaña nacional de solidaridad por el Bicentenario de la Independencia de Argentina para realizar 200 obras de caridad hasta 2016.
Según su biografía del sitio web oficial de la Santa Sede, “Bergoglio llegó a ser un punto de referencia por sus fuertes tomas de posición durante la dramática crisis económica que devastó el país en 2001″.
Su elección como papa generó especialmente entusiasmo en Latinoamérica, en donde el catolicismo es la principal religión y en países como México un 70% de los consultados dijeron ser fieles a esta, según una encuesta de la firma Latinobarómetro de 2023, citada por Statista.
“Como saben, el deber de un cónclave es dar un obispo a Roma. Parece que mis hermanos cardenales han ido a buscarlo casi al fin del mundo, pero estamos aquí”, fueron las palabras que pronunció en 2013 Jorge Mario Bergoglio tras ser elegido el papa número 266 de la Iglesia Católica.
Bergoglio llegó a convertirse en papa luego de la renuncia de Benedicto XVI (Joseph Ratzinger) por cuestiones de salud, que le llevaron a reconocer su “incapacidad” para cumplir las responsabilidades de su ministerio. El papa eligió su nombre en honor a San Francisco de Asís, por lo que desde un inicio recalcó que buscaría que la iglesia estuviera al servicio a los pobres.
En su primera audiencia de su pontificado, Francisco dijo en la plaza de San Pedro que la Semana Santa significa “salir de nosotros mismos para ir a la periferia al encuentro de los más alejados, de los olvidados, de quienes necesitan comprensión, consuelo y ayuda”.
Los problemas de salud del papa
En los últimos tiempos, el papa Francisco sufrió varios problemas de salud y en marzo de 2023, por ejemplo, fue hospitalizado como consecuencia de una infección pulmonar.
Durante un tiempo también tuvo que trasladarse en silla de ruedas por problemas ligamentarios en una de sus rodillas y una pequeña fractura.
En junio de ese mismo año, se practicó una laparotomía para examinar sus órganos y estructuras del área abdominal debido a una hernia incisional incarcerada, una complicación que puede surgir debido a una cicatrización deficiente de una incisión previa en la pared abdominal durante una cirugía anterior.
Según el comunicado del Vaticano, esta hernia estaba causando síndromes suboclusivos recurrentes, dolorosos y que empeoran, por lo que el equipo médico que cuida al papa determinó realizar la intervención.
La agencia oficial Vatican News informó en su momento que la operación abdominal a la que había sido sometido el papa Francisco se completó sin complicaciones.
El aumento de peso del papa en los últimos meses, debido a la falta de actividad física por su problema en la rodilla derecha, junto con la bronquitis que sufrió a finales de marzo, según otras fuentes médicas citadas por el diario La Nación de Argentina, podrían haber sido factores que desencadenaron la hernia incisional incarcerada.
Ya en febrero de este año, Francisco fue hospitalizado nuevamente por una bronquitis severa, además contrajo una neumonía bilateral, lo que complicó aún más su tratamiento, según la Oficina de Prensa de la Santa Sede. Sin embargo, fue dado de alta a finales de marzo y había logrado cumplir algunos compromisos en el último mes.
Durante los ritos de la Semana Santa, el papa Francisco había estado ausente, hasta una reaparición sorpresa en el balcón de la logia central de la fachada de la basílica de San Pedro para el urbi et orbi del domingo de Resurrección. Más temprano se había reunido con el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance. BLOOMBERG
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