Las autoridades de diversos países actúan contra ciertas redes sociales esgrimiendo que incumplen leyes. Las empresas propietarias de dichas redes sociales acusan a las autoridades de ejercer la censura y de recortar la libertad de expresión. El debate está servido.
Recientemente, la red social X (ex Twitter) fue suspendida en Brasil por orden del juez Alexandre de Moraes del Supremo Tribunal Federal, después de que se acusara a su dueño Elon Musk de incumplir leyes locales. Por otra parte, en Francia detuvieron al fundador de Telegram, Pavel Durov, bajo la acusación de permitir que se realicen allí actividades ilegales como narcotráfico, prostitución o lavado de dinero. Además, la Unión Europea investiga el diseño de la red social TikTok por considerarla adictiva y capaz de exponer a los menores de edad a efectos nocivos.
La red social X dejó de funcionar en Brasil después de que Musk se negara a bloquear perfiles acusados de ser difusores de fake news y quitara a la única representante legal de la empresa en el país, en lo que es una infracción de leyes locales. Por su parte, el presidente Lula da Silva apoyó al juez y, en diálogo con un medio local, sentenció: “Solo porque tenga dinero no significa que pueda hacer lo que quiera. Debe aceptar las reglas del país y respetar la decisión de la Corte Suprema”. El magnate, a su vez, acusó al juez brasileño de ser un censurador y de no cumplir con la Constitución.
El caso de Telegram
A fines de agosto, el fundador de la red de mensajería instantánea Pavel Durov fue arrestado en Francia acusado de permitir actividades ilegales en la aplicación. El hecho se enmarca dentro de una investigación que indaga la falta de moderadores que permite que se realicen actividades criminales.
Así, a Durov lo investigan por presuntos delitos como complicidad en el lavado de dinero, en la distribución de imágenes sexuales de niños, en el tráfico de drogas y en el crimen organizado. Si bien fue puesto en libertad bajo una fianza de 5 millones de euros, la condición es que debe presentarse dos veces por semana en la comisaría y no abandonar Francia.
TikTok también bajo la lupa
En febrero de este año, la Unión Europea inició una investigación a TikTok por su falta de medidas de protección para los menores de edad, la transparencia publicitaria, el acceso a los datos para los investigadores, la gestión de riesgos del diseño adictivo y los contenidos nocivos.
La Unión Europea está especialmente interesada en el cumplimiento de la Ley de Servicios Digitales, relacionada con la mitigación de los efectos negativos que puede traer el diseño de la red social, el respeto por los derechos del niño así como también la evaluación de la eficacia de las herramientas que deberían verificar la verdadera edad de los menores para que no accedan a contenido inadecuado.
La normativa en los escenarios digitales
Las redes sociales hoy juegan un rol central, todo lo que sucede en el escenario digital tiene su correlato en el mundo tangible y viceversa. El avance de las grandes plataformas las ha vuelto muy poderosas, y debido a ello han surgido preocupaciones por los riesgos derivados de una acumulación excesiva de poder en unas pocas manos.
De hecho, desde hace tiempo que los dueños de las plataformas, como Elon Musk o Mark Zuckerberg, también mueven sus piezas en el tablero de ajedrez de la política global.
Por ejemplo, tras perder las elecciones en 2022, Donald Trump fue suspendido y bloqueado en la red entonces llamada Twitter, bajo la acusación de incitar a la violencia en el Capitolio de Estados Unidos. Sin embargo, ahora que Twitter se llama X y está bajo el control de Musk, Trump (con quien hoy Musk se alinea) vuelve a tener una cuenta activa en la red.
Un caso que generó un gran escándalo fue cuando los datos personales de millones de estadounidenses en Facebook (perteneciente a Zuckerberg) fueron extraídos, sin su consentimiento, para ser utilizados en las campañas presidenciales de las elecciones de 2016 en el país norteamericano.
En las redes se dan gran parte de las discusiones políticas entre ciudadanos pero también con la creciente participación de trolls o bots. Además, los presidentes la utilizan cada vez más como medio de comunicación, como sucede con Javier Milei y Lula Da Silva.
Al respecto de este creciente papel de las redes sociales en la política y en influir sobre la opinión pública, en el caso de X, Musk es consciente del poder que tiene su plataforma y lo dejó claro el día que se convirtió en su propietario al considerar a esta red como la “plaza pública digital”. NCYT
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