Así estará conformado el cónclave que elegirá al próximo Papa
- Acta Diurna
- hace 1 día
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La Residencia de Santa Marta en la Ciudad del Vaticano colgará pronto el cartel de completo, doce años después del último cónclave que convirtió al argentino Jorge Bergoglio en el papa Francisco. Allí se hospedarán próximamente los 133 cardenales —tras las dos primeras ausencias confirmadas— que se encargarán de elegir al próximo pontífice.
El Colegio Cardenalicio es el órgano de la Iglesia católica que agrupa a todos los cardenales, quienes son los principales colaboradores del papa y los encargados de elegir a su sucesor en caso de sede vacante. Actualmente está compuesto por 252 miembros designados por los papas a lo largo de sus pontificados mediante ceremonias llamadas consistorios. El más reciente fue convocado por el papa Francisco el 7 de diciembre de 2024, en el que nombró 21 nuevos cardenales.
En total hay 135 cardenales en la lista oficial de cardenales del Vaticano que cumplen con el principal requisito para elegir un nuevo pontífice: ser menor de 80 años, lo que descarta a todos aquellos que cumplan esa edad antes del inicio de la sede vacante, el nombre que recibe el período entre el fin de un pontificado y el inicio del siguiente. Además, hay otros motivos que pueden llevar a un cardenal menor de esa edad a no ser elector. Por ejemplo, el cardenal Giovanni Angelo Becciu está inhabilitado desde 2020 tras ser acusado de malversación de fondos, aunque recientemente ha insinuado que se presentará en la votación.

Por otra parte, se puede renunciar a acudir al cónclave por determinados motivos como la salud. En esta ocasión, dos cardenales electores han renunciado a acudir por esta razón. Son el cardenal arzobispo emérito de Valencia, Antonio Cañizares, y el arzobispo emérito de Vrhbosna (Bosnia y Herzegovina), Vinko Puljic. Esto deja el número de electores en 133, de momento.
Así, el cónclave que previsiblemente se celebrará en mayo estará compuesto en su mayoría por cardenales creados por el papa Francisco antes de su fallecimiento. En concreto, 108 de los electores fueron nombrados por el pontífice jesuita, mientras que 21 provienen del pontificado de Benedicto XVI y cuatro del de Juan Pablo II.
El Colegio Cardenalicio ha cambiado notablemente a lo largo de los siglos. De contar con apenas una veintena de miembros en sus inicios, ha pasado a estar compuesto hoy por 252 cardenales, en paralelo con la expansión global de la Iglesia y el aumento de la esperanza de vida. El papa Pablo VI, impulsor de profundas reformas en la Iglesia, fijó en 120 el número máximo de cardenales electores, límite que fue ratificado por Juan Pablo II. Aunque este umbral se ha superado puntualmente en algunos momentos, nunca ha coincidido un cónclave con más de 120 electores, y ningún papa posterior ha modificado formalmente esa norma. En la práctica, sin embargo, se da por hecho que todos los cardenales con derecho a voto participarían en la elección del sucesor de Francisco, incluso si su número superara el límite establecido.

El primer papa latinoamericano y procedente del sur global ha impulsado una mayor diversidad dentro del Colegio Cardenalicio, históricamente dominado por Europa. Aunque los europeos siguen siendo mayoría —representan un 45 % del total—, los consistorios convocados por Francisco han buscado universalizar la Iglesia, incrementando el número de cardenales provenientes de África, Asia y América del Sur. De cara al próximo cónclave, tendrán derecho a voto 51 europeos, 23 asiáticos, 18 africanos, 17 sudamericanos, 16 norteamericanos, 4 centroamericanos y 4 de Oceanía.
La acción diplomática de Francisco también se ha guiado por la premisa de poner el foco en regiones periféricas y en países del sur global, o en contextos marcados por los conflictos, la pobreza o la existencia de minorías cristianas. Por ejemplo, su visita a Irak en 2021 fue histórica: fue el primer papa en pisar ese país, en un gesto de apoyo a los cristianos perseguidos y de acercamiento al islam chií. Francisco también ha evitado concentrar sus viajes en Europa occidental, tradicionalmente sobrerrepresentada, y ha preferido visitar países como Mozambique, Myanmar, Colombia o Mongolia. Estas decisiones reflejan su deseo de descentralizar la Iglesia y visibilizar realidades ignoradas.
De este modo, el nuevo papa será elegido por uno de los cónclaves con mayor diversidad geográfica de la historia. Cuatro de cada cinco cardenales electores han sido nombrados por Francisco, lo que abre la puerta a candidatos de países periféricos.
Entre los nombres que suenan con más fuerza —los llamados papables, es decir, cardenales con notoriedad y apoyos suficientes para aspirar al pontificado— destacan figuras de América Latina, África y Asia, como el congoleño Fridolin Ambongo, representante del ala conservadora, o el filipino Luis Antonio Tagle, cercano al sector más progresista.
Pese a esto, los candidatos europeos siguen teniendo mucho peso y la continuidad occidental podría encarnarse en perfiles conservadores como el húngaro Péter Erdő, arzobispo de Budapest, o el checo Dominik Duka. En posiciones más intermedias se sitúan figuras como el italiano Pietro Parolin —actual secretario de Estado— o el patriarca latino de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa. Por el ala progresista destacan el francés Jean-Marc Aveline, cercano a Francisco, y el italiano Matteo Zuppi, uno de los nombres más relevantes del catolicismo social en Europa. EOM
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