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Foto del escritorActa Diurna

2024 ha sido el año más cálido jamás registrado



En el año 2024, la temperatura promedio de la superficie de la Tierra fue la más cálida de entre todas las registradas desde que comenzaron a realizarse mediciones sistemáticas. Así se ha determinado en un análisis liderado por científicos de la NASA.


“Una vez más, se ha batido el récord de temperatura: 2024 fue el año más cálido desde que se empezaron a llevar registros en 1880”, sentencia el administrador de la NASA, Bill Nelson. El calentamiento global avanza a toda máquina.


Las temperaturas globales del 2024 estuvieron 1,28 grados centígrados por encima del promedio para el período de referencia usado por la NASA (de 1951 a 1980), superando el récord establecido en 2023. El nuevo máximo histórico llega después de 15 meses consecutivos (desde junio de 2023 hasta agosto de 2024) de récords de temperaturas mensuales, una racha de calor extremo sin precedentes.



Los científicos de la NASA también estiman que en el 2024 la Tierra estuvo alrededor de 1,47 grados centígrados más caliente que el promedio de mediados del siglo XIX (1850-1900). Durante más de la mitad del 2024, las temperaturas promedio superaron en 1,5 grados centígrados el nivel de referencia, y el promedio anual, con incertidumbres matemáticas, podría haber superado el nivel por primera vez.


“El Acuerdo de París sobre el cambio climático establece esfuerzos para mantenerse por debajo del nivel de 1,5 grados a largo plazo. Para poner eso en perspectiva, las temperaturas durante los períodos cálidos en la Tierra hace tres millones de años (cuando el nivel del mar era decenas de metros más alto que hoy) eran solo unos 3 grados centígrados más cálidos que los niveles de poco antes de comenzar la Revolución Industrial”, explica Gavin Schmidt, director del Instituto Goddard de Investigaciones Espaciales (GISS, por sus siglas en inglés) de la NASA en Nueva York. “Estamos a medio camino de alcanzar niveles de calor del Plioceno en apenas 150 años”.


Los científicos han concluido que la tendencia al calentamiento de las últimas décadas está siendo impulsada por el dióxido de carbono, el metano y otros gases de efecto invernadero que atrapan el calor. Según un análisis internacional reciente, en 2022 y 2023 la Tierra registró un aumento récord de las emisiones de dióxido de carbono procedentes de combustibles fósiles. La concentración de dióxido de carbono en la atmósfera ha aumentado desde los niveles preindustriales en el siglo XVIII, que eran de aproximadamente 278 partes por millón, a alrededor de 420 partes por millón en la actualidad.


La NASA y otras agencias federales de Estados Unidos recopilan regularmente datos sobre las concentraciones y emisiones de gases de efecto invernadero. Estos datos están disponibles en el Centro de Gases de Efecto Invernadero de Estados Unidos, una iniciativa de múltiples instituciones que consolida la información procedente de observaciones y modelos, con el fin de ofrecer a los responsables de la toma de decisiones un único punto de acceso a datos y análisis


Las temperaturas de cada año pueden verse influidas por fluctuaciones climáticas naturales como El Niño y La Niña, que alternativamente calientan y enfrían el océano Pacífico tropical. El fuerte episodio de El Niño que comenzó en el otoño boreal de 2023 contribuyó a que las temperaturas mundiales superaran los récords anteriores.


La ola de calor que comenzó en 2023 siguió superando las expectativas en 2024, según Schmidt, a pesar de que El Niño remitió. Los investigadores están trabajando en la identificación de los factores que contribuyen a este fenómeno, incluidos los posibles efectos climáticos de la erupción volcánica de Tonga de enero de 2022 y de las reducciones de la contaminación, que pueden cambiar la cubierta de nubes y la forma en que la energía solar se refleja hacia el espacio.


“No en todos los años se van a batir récords, pero la tendencia a largo plazo es clara”, dijo Schmidt. “Ya estamos viendo el impacto en las precipitaciones extremas, las olas de calor y el aumento del riesgo de inundaciones, que van a seguir empeorando mientras continúen las emisiones”.


Este mapa de la Tierra en 2024 muestra las anomalías de la temperatura global de la superficie, es decir, cuánto más caliente o más fría estuvo cada región del planeta en comparación con el promedio de 1951 a 1980. Las temperaturas normales se muestran en blanco, las superiores a las normales en rojo y naranja, y las inferiores a las normales en azul.



La NASA elabora su registro de temperaturas a partir de los datos de temperatura del aire en superficie recolectados por decenas de miles de estaciones meteorológicas, así como de los datos de temperatura de la superficie del mar adquiridos por instrumentos en barcos y boyas. Para el análisis de estos datos, se emplean métodos que toman en consideración el espaciamiento variado de las estaciones de temperatura a nivel global y los efectos del calentamiento urbano que podrían sesgar los cálculos.


Los análisis independientes de la NOAA, Berkeley Earth, el Centro Hadley (parte de la Oficina Meteorológica del Reino Unido, Met Office) y el Servicio de Cambio Climático de Copernicus en Europa también han concluido que las temperaturas de la superficie global para 2024 fueron las más altas desde que comenzaron los registros modernos. Estos científicos utilizan gran parte de los mismos datos de temperatura en sus análisis, pero emplean metodologías y modelos diferentes. Todos muestran la misma tendencia al calentamiento. NCYT

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